¿QUÉ CLASE DE PASTOR ES ESTE OBISPO?
Uno se
queda de piedra cuando lee estas cosas. ¿Qué clase de obispo
es Munilla? ¿Cómo un pastor utiliza esos métodos represivos
y antievangélicos contra un teólogo religioso de su diócesis
tan estimado por el pueblo?
Ya han
empezado a oírse muchas voces contra esta decisión tan
autoritaria del obispo. ¿No hay nadie en la Iglesia que
llame al orden a este obispo?
¿Serán
capaces de entenderse en el Vaticano con los cismáticos
lefevrianos y no es posible dialogar y entenderse con
teólogos de pensamiento abierto pero que se mantienen dentro
de la Iglesia?
Desde
aquí mi solidaridad con el teólogo Arregi de quien he leído
magníficos escritos teológicos y espirituales y mi denuncia
personal contra todo tipo de autoritarismo en la Iglesia.
Es
verdaderamente inadmisible además que se pretenda enviar a
Latinoamérica, con la amenaza del destierro, a quien es
“agua sucia que todo lo
contamina”. Sr. Obispo, las personas
latinoamericanas son tan dignas como las de cualquier otra
región del Mundo. Lo que usted no quiere para su diócesis,
no lo mande para Latinoamérica. Porque hechos como éstos le
retratan.
Estas
actitudes verdaderamente caciquiles de los obispos son
incomprensibles desde la referencia de Jesús en su
Evangelio: “el que quiera ser el primero, debe ser el
último”. La verdadera autoridad es la del servicio que Jesús
nos dejó en la imagen del lavatorio de los pies a sus
discípulos.
Felicito al teólogo por haber recuperado su libertad
perdida. Es cierto que a veces, para eso, es necesario
buscar espacios de libertad lejos de las presiones de las
instituciones eclesiásticas o religiosas.
No
obstante estoy con él cuando afirma:
“Esta es mi Iglesia y en
ella me quedaré. Pero en ella quiero ser libre y, como
antiguamente Zacarías, yo también pido una tablilla. No
callaré sino ante el Misterio.”
Tampoco nosotros los cristianos podemos quedar callados ante
hechos tan lamentables como los que estamos comentando.
Juan Cejudo