CARA Y CRUZ DE LAS INSTITUCIONES
Jesús
impulsó un nuevo éxodo, una nueva pascua,
para sacar
al pueblo
de las esclavizantes instituciones.
Las instituciones son la garantía de las sociedades. Y una
sociedad progresa o muere según la fortaleza o debilidad de sus
instituciones. El individuo crece y se desarrolla en sociedad.
Toda institución tiene como único fin la armonía y bienestar de
la sociedad. La institución es para la sociedad. Nunca la
sociedad para la institución.
Estas instituciones las crea el hombre para organizarse,
defenderse, convivir, y progresar. Deben cambiarse cuando la
sociedad cambia.
Cuando se pervierten las instituciones, aparece el caos. Cuando
caen en manos de unos pocos se corrompen, porque se utilizan
como medio para dominar y no para servir.
Por tanto, las instituciones son imprescindibles para los
hombres porque sin ellas no hay sociedad. Pero son peligrosas.
Pueden matar la libertad.
Las grandes religiones pretendieron, desde siempre, que sus
instituciones son sagradas, creadas por Dios. Por tanto, nadie
puede cambiarlas, acomodarlas a tiempos o espacios diferentes.
Son instituciones divinas. De derecho divino.
La gran visión de Jesús fue descubrir, denunciar y luchar contra
el verdadero opresor de su pueblo: que no eran los romanos, sino
las instituciones religiosas judías: Jerusalén, Templo, Ley,
Sacerdocio.
Jesús creyó que hacía falta un nuevo éxodo (éxodo y liberación
es lo mismo), una nueva huida, una nueva pascua, sacar al pueblo
de las esclavizantes instituciones. Había que construir un nuevo
Templo: el Hombre. Un nuevo modelo de relación con Dios Padre,
sin intermediarios. Se acababan los sacrificios y expiaciones.
Se acabó la sangre y los altares. La nueva Pascua cristiana es
un trozo de Pan y un vaso de Vino en una mesa liberadora. Mesa
de hermanos.
La antigua alianza, la antigua pascua, las antiguas
instituciones, la ideologías religiosas habían dejado al pueblo
paralítico, ciego, cojo, mudo, encorvado, leproso, marginado,
apaleado, muerto.
Había que liberar al pueblo, había que darle de comer, había que
vitalizar la sociedad de los hombres con una nueva vida, con un
modo de pensar sobre Dios, totalmente distinto al oficial. Sacar
al pueblo del pozo. Predicar un Exodo definitivo en el que no
quepa la esclavitud, en nombre de ningún Faraón, ni en nombre de
ningún Templo, ni en nombre de ningún dios.
“En
efecto, muchas de las instituciones y constituciones
de la iglesia - y especialmente el papado, la
institución central de la iglesia católica romana-
son obra del hombre.”
[Hans Küng]
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relacionado
A
ESTO LE LLAMAN ANTICLERICALISMO
Cuesta
separar las palabras iglesia y clero.
Cristianismo es una Fe,
y Roma, la
jerarquía, es un poder.
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