XIV
Semana Andaluza de
Teología “Fe y Política”
Comunicado final
El
Cristianismo no es una oferta de salvación puramente
intimista. En sus inicios, fue un Movimiento mesiánico que
aportaba esperanza e impulso para hacer una sociedad nueva
tantas veces anunciada por los profetas bíblicos. El cambio
a conseguir afecta a toda la persona y a todas
colectivamente; alcanza lo interior y lo exterior, la
persona y la sociedad.
De esta
irrenunciable dimensión social y pública de la fe cristiana
emerge un dinamismo político-social: estar presentes allí
donde se juega el futuro de la mayoría de la gente, de los
más débiles y empobrecidos. Porque la fe cristiana está
atravesada por el clamor de la justicia y de la libertad
mirando siempre hacia los últimos.
Vivimos
en tiempos revueltos de desencanto político, de pérdida de
impulso colectivo, auge de la privacidad insolidaria,
resurgir de talantes neoconservadores en lo civil y
religioso, descrédito de sus instituciones respectivas…
Estamos
urgidos a saber armonizar la igualdad de derechos con el
pluralismo de creencias, culturas y éticas. Un equilibrio no
fácil de alcanzar, especialmente cuando hoy resurgen con
fuerza fundamenta-lismos religiosos y económicos, con su
cortejo de intransigencia, intolerancia y fanatismos
respectivos.
En esta
sociedad plural, laica y democrática, capitalista y
globalizada, con permanentes y agudas injusticias y
desigualdades, el compromiso socio-político es inexcusable.
Ante el
ingente y creciente empobrecimiento de inmensas mayorías en
el mundo, es urgente una profunda renovación política capaz
de poner freno al desorden neoliberal dominante.
Ante la
dictadura tecno-económica del Mercado y de su globalización,
se está produciendo un vaciamiento democrático, una falta de
proyecto colectivo emancipador, un decaimiento ideológico y
una baja del compromiso por la justicia, la libertad y la
igualdad. Nuestras democracias se hallan aquejadas por la
crisis de las ideologías y de las utopías humanizadoras,
crisis de la militancia o del compromiso ciudadano, crisis
moral de la política, obsesión por el pragmatismo del poder…
La
corrupción y el fraude financiero, protegidos por “las leyes
del mercado”, nos han conducido a una situación caótica que
empobrece a amplios sectores con el aumento del desempleo y
la agudización de las desigualdades sociales. Con las
medidas adoptadas y las que se anuncian, el sistema
capitalista privatiza las ganancias y socializa las
pérdidas, ayuda a los culpables y hunde más aún a sus
víctimas.
En esta
dura situación y muchas otras que dañan siempre a los más
desvalidos, lamentamos que la mayoría de los responsables
visibles de la Iglesia en España se preocupen únicamente de
la defensa de sus posiciones conservadoras en moral sexual,
divorcio y aborto, oposición a la educación para la
ciudadanía, fomento de la religiosidad sociológica y de
consumo, privilegios concordatarios, control de la doctrina
y de la ortodoxia…
Como
cristianos/as apostamos por una renovación política para un
futuro más humano y ecológico. Asumimos nuestros compromisos
ciudadanos para impulsar un cambio global y local en la
regeneración del sistema democrático, económico y
socio-cultural.
Nos
sentimos movidos por la fuerza utópica del Reinado de Dios
ofrecida por Jesús de Nazareth. Utopía que hoy día parece
reformulada y actualizada bajo la aspiración y el grito de
que “Otro mundo mejor es posible”.
En esa
inexcusable tarea necesitamos una espiritualidad
interreligiosa e intercultural que nos unifique
ecuménicamente no ante la cuestión clásica: “¿Dónde está
Dios?”, sino ante la respuesta a la comprometida pregunta:
“¿Dónde está tu hermano?”
Torrox
(Málaga) 21-23/11/08