MARTIROLOGIO     

                             
                              

 

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Condena a Jon Sobrino

 

Entrevista en Radio Nederland, 15-03-2007

 

Luis de Sebastián, ex sacerdote, economista, profesor universitario, se encuentra impartiendo un curso en San Salvador, es amigo muy cercano de Jon Sobrino, y explica, desde su punto de vista, los alcances de esta sanción del Vaticano.

 

José Zepeda Varas, director del Departamento Latinoamericano de Radio Nederland (Holanda)

 

 

José Zepeda: ¿Qué dice la Congregación para la Doctrina de la Fe? Dice dos cosas fundamentales: la primera de ellas que la relación de Jesús con Dios no se expresa correctamente porque Sobrino asegura que era un creyente como nosotros y la Congregación asegura que es precisamente la intimidad que tenía, y el conocimiento directo e inmediato sobre el Padre, lo que le permite revelar a los hombres el misterio del amor divino...

 

Luis de Sebastián: Esa es la cuestión de la conciencia de la divinidad que tenía Cristo. Y aquí hay un problema: o es un hombre como nosotros o no lo es. Si decimos que no es un hombre como nosotros, caemos en lo que se llamó el "Docetismo". Es decir, aquella herejía que decía que lo que Cristo tenía una apariencia humana pero que en realidad era Dios y sólo Dios y la humanidad era una apariencia.

 

Y estos señores del Vaticano están rozando el "docetismo" porque si dicen que ya en el vientre de su madre tenía conciencia plena de la divinidad, quiere decir que no era un hombre plenamente, porque a ningún hombre le pasa eso. Cuando la mente no está desarrollada, cuando los sentimientos no existen a cabalidad, no se puede tener conciencia plena.

 

En realidad, lo que la Iglesia está sugiriendo ahí, es una cosa muy parecida al "docetismo", o sea, que Cristo es en apariencia hombre. Sobrino afirma lo contrario, es decir, Cristo realmente era un verdadero hombre.

 

Qué es lo que dice el dogma: un verdadero hombre y verdadero Dios. Y para que sea un verdadero hombre, tiene que ser un hombre como los otros, con una dimensión, si se quiere, más profunda, pero como hombre tiene que funcionar como nosotros. No puede ser que funcione de una manera diferente, como si fuera un hombre de otra galaxia, un marciano... Entonces no sería un hombre, sería una apariencia de hombre.

Ese es el problema de fondo. Entonces a Sobrino, lo tratan de matizar muchísimo, afirmando siempre que es Dios, pero afirmando siempre también que es hombre, porque lo contrario cae en la herejía del docetismo...

 

J.Z: Es decir, Cristo es las dos cosas...

 

L.S: Es las dos cosas pero plenamente. No se puede decir que es una cosa y la otra en apariencia, eso es una herejía, condenada por el Concilio de Nicea (celebrado en el año 325 en la ciudad de Asía Menor) Verdadero Dios y verdadero hombre. Si es verdadero hombre tiene sufrimientos, tiene aquella angustia en el Monte de los Olivos, le pide a Dios que pase él su Cáliz... Con este sufrimiento y estas cosas propias de los hombres. Por tanto, la conciencia de su divinidad es algo que también va creciendo en él a medida que crece el cerebro, a medida que crece la persona, como los hombres verdaderos.

 

J.Z.: La otra acusación gruesa de la Congregación para la Doctrina de la Fe es sobre la afirmación de Jon Sobrino cuando dice que la iglesia de los pobres es el lugar eclesial de la cristología. Responde el Vaticano que olvida que el único lugar eclesial válido es la Fe Apostólica.

 

L.S: ¿Y qué es la Fe Apostólica en esos términos? Cristo nació y vivió en un mundo absolutamente pobre. Palestina, hace 2000 años, era un mundo pobre, donde la esperanza de vida no sería mayor de los 40 años, donde había todo tipo de enfermedades, de hecho los caminos por donde pasó Jesús estaban llenos de enfermos, de ciegos, probablemente por falta de vitamina A, tenían lepra...

 

Es decir, Cristo quiso nacer en un mundo de pobres, podía haber nacido ahora en Nueva York, que tiene un ingreso per capita muy alto, pero nació en un mundo, en un tiempo de pobreza, cuando la humanidad iba a mejorar después, iba a curar enfermedades, la gente iba a vivir más...

 

Y bueno, si Dios escogió el momento de la encarnación, escogió un momento en el que en el mundo imperaba la pobreza, era el mundo de los pobres. Y los apóstoles son unos pobres, los discípulos de Jesús son todos unos pobres. No sé, eso de la Fe es comparar una observación actual, histórica, sociológica... que es lo que hace Sobrino con conceptos absolutamente abstractos. Ese es el lugar donde se entiende el mensaje de Jesucristo, es el lugar donde son bienaventurados los pobres, porque eso en un mundo de riqueza y de bienestar no significa nada. En cambio, en un mundo donde está la pobreza, donde Cristo nace en medio de pobres, se rodea de pobres, trata de ayudar a esos pobres, eso es el lugar teológico, es un hecho histórico.

 

J.Z: Ahora no es ninguna casualidad, comprenderá usted, que una sanción de ésta naturaleza, ocurra precisamente a pocas semanas de que el Papa Benedicto XVI viaje a América Latina, donde va a inaugurar entre los días 13 y 30 de Mayo, la Conferencia Episcopal Latinoamericana. Da la impresión, y no quiero sacar conclusiones apresuradas, como que hay una insistencia en decir: mire, lo de la teología de la liberación estuvo muy bien para los años 60, pero ahora estamos en el siglo XXI, a mí no me vengan con esas cosas...

 

L.S: Pues sí, eso es parte del asunto, la gente del Vaticano no hace las cosas por casualidad ni improvisa tanto. Sobrino era uno de los pocos que quedaban de la teología de la liberación... ya lo liquidaron, a Gustavo Gutiérrez lo han callado... Y bueno, Ignacio Ellacuría se murió, lo mataron, y era de los que quedaban.

 

Realmente a Sobrino le vienen siguiendo, sobre todo López Trujillo... López Trujillo tiene una historia muy larga de oposición a la Universidad Centroamericana, UCA, tuvo una correspondencia muy activa con Ignacio Ellacuría, por una parte, y por otra, ha seguido con Sobrino desde hace varios años, cuando no tenía poder. Ahora que tiene mucho más poder. Usted sabe quién es López Trujillo, ¿verdad? Ha sido un enemigo sistemático de la Teología de la Liberación, que juró liquidarla de América Latina y, bueno, esto es algo que le quedaba pendiente, que era el padre Sobrino. Es decir, esto se acabó señores, ahora aquí vamos a seguir con lo de siempre... y mientras tanto se están quedando sin cielos.

 

J.Z: Por qué dice el Vaticano que esta medida no debe ser interpretada como una sanción o como una condena?

 

L.S: Creo que aquí ha habido una negociación muy intensa con los Jesuitas, el Padre Genegal ha estado negociando muy intensamente, por defender a Sobrino, por defender a los Jesuitas y por defender a la Iglesia Católica. Porque la Iglesia Católica no está en un momento como para permitirse muchos lujos de condenar teólogos y todo eso.

 

La Iglesia Católica está en recesión, sobre todo en América Latina. Aquí los que están ganando muchísimo terreno son las iglesias protestantes, yo estoy impresionado. En El Salvador, cuando vine aquí hace 40 años... y ahora las sectas están por todas partes, que cada vez quieren más fieles, las iglesias más llenas, las emisoras, la televisión... la Iglesia está en recesión y tampoco puede permitirse el lujo de condenar así como en otras épocas.

 

Me consta, por mis amigos jesuitas en El Salvador, que se ha estado negociando hasta el último momento los términos de la declaración. Lo cual no es obstáculo para que el Arzobispo de San Salvador, que es otro enemigo de la UCA, sacara su opinión en los periódicos y empezara a decir que a Sobrino le habían condenado porque negaba la divinidad de Cristo, y cosas simples, como corresponde a un arzobispo que es simple.

 

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