ECLESIÁSTICO 3, 2-7
Dios hace al padre más respetable que a los hijos,
y afirma la autoridad de la madre sobre la prole.
El que honra a su padre expía sus pecados;
el que respeta a su madre acumula tesoros……
Hijo, sé constante en honrar a tu padre
no lo abandones mientras viva.
Aunque flaquee su mente, ten indulgencia,
no lo abochornes mientras seas fuerte.
La piedad para con tu padre no se olvidará.
El libro del Eclesiástico suele llamarse actualmente
“El Sirácida”, porque el mismo texto nos dice que su
autor es Jesús hijo de Sirá. El libro recoge “la
sabiduría de Israel”, sobre temas muy variados.
Esta lectura nos ofrece la visión piadosa y
tradicional del respeto a los padres. Esta
veneración, tan característica de todos los pueblos
orientales, es para Israel algo más sagrado aún,
pues se ve en los padres la imagen de Dios y
venerarlos es venerar a Dios.
Así lo recoge el quinto precepto del Decálogo, tal
como lo expresa el Libro del Éxodo. En el texto
aparece una forma de expresión muy típica de estos
autores: si cumples la Ley, te irá bien, si veneras
a tus padres, tendrás hijos. Son símbolos de
bendición, como la Tierra Prometida se presentaba
como un paraíso aunque en realidad fuera un
sequedal.
COLOSENSES 3, 12-21
Como pueblo elegido de Dios, pueblo sacro y amado,
sea vuestro uniforme: la misericordia entrañable, la
bondad, la humildad, la dulzura, la comprensión.
Sobrellevaos mutuamente y perdonaos, cuando alguno
tenga quejas contra otros. El Señor os ha perdonado;
haced vosotros lo mismo.
Y por encima de todo esto, el amor, que es el
ceñidor de la unidad consumada. Que la paz de Cristo
actúe de árbitro en vuestro corazón; a ella habéis
sido convocados, en un solo cuerpo.
Y sed agradecidos; la Palabra de Cristo habite en
vosotros en toda su riqueza; enseñaos unos a otros
con toda sabiduría; exhortaos mutuamente. Cantad a
Dios, dadle gracias de corazón, con salmos, himnos y
cánticos espirituales. Y todo lo que de palabra o de
obra realicéis, sea todo en nombre de Jesús,
ofreciendo la Acción de Gracias a Dios Padre por
medio de Él.
El texto de la carta a los Colosenses muestra un
clima, una manera de vivir en ambiente cristiano,
soportándose y perdonándose, movidos por el motor
último de toda relación humana, la Palabra, que hace
surgir el amor y se celebra en la Acción de Gracias,
en la Eucaristía.