OTRAS PLEGARIAS   

                             
                               cristianos siglo veintiuno
ÍndicePágina Principal

 

 

 

PRECES

 

 

VEN, Señor Jesús

 

 

Queremos imitar tu espíritu de servicio y entrega a los demás, queremos aprender de ti, Jesús, que te empeñaste en ayudar a todo aquel que se cruzaba en tu camino.

 

VENGA  a nosotros tu reino, Señor

 

Queremos ser espejos de ti y reflejar a través de los hechos que somos seguidores tuyos,

queremos aprender de ti, Jesús, que nos mostraste a través de toda tu vida cómo era el Padre Dios.

 

GUÍANOS por tus caminos, Señor

 

Queremos dar alegría a los que sufren y compartir con los más necesitados lo que tenemos,

queremos aprender de ti, Jesús, que viviste entregado a la causa de los pobres y marginados.     

 

Llévanos a Dios

 

Queremos traducir con hechos en nuestra vida la fe y el cariño que te profesamos,

queremos aprender de ti, Jesús, que fuiste fiel a tus principios y a tu misión, aun a costa de tu vida.

 

VEN, Señor Jesús

 

 

DANOS LOCOS, SEÑOR

 

 

¡Oh Dios!, envíanos locos, de los que se comprometen a fondo, de los que se olvidan de si mismos, de los que aman con algo mas que con palabras, de los que entregan su vida de verdad y hasta el fin.

 

DANOS LOCOS, SEÑOR, DANOS LOCOS.

 

 

Danos locos, chiflados, apasionados, hombres capaces de dar el salto hacia la inseguridad, hacia la incertidumbre sorprendente de la pobreza.

 

DANOS LOCOS, SEÑOR, DANOS LOCOS.

 

 

Danos locos, que acepten diluirse en la masa sin pretensiones de erigirse en escabel, que no utilicen su superioridad en su provecho.

 

DANOS LOCOS, SEÑOR, DANOS LOCOS.

 

 

Danos locos del presente, enamorados de una forma de vida sencilla, liberadores eficientes del proletariado, amantes de la paz, puros de conciencia, resueltos a nunca traicionar, libres y obedientes, espontáneos y tenaces, dulces y fuertes.

 

DANOS LOCOS, SEÑOR, DANOS LOCOS.

 

 

POR UN MUNDO NUEVO

 


Dios, nuestro Señor, danos sensibilidad para percibir tu presencia misteriosa y real entre nosotros. Aquí estamos, Señor, queremos abrirte nuestro corazón y darte lo mejor de nosotros.

 

Contigo, Señor, soñamos y deseamos hoy un mundo nuevo.

 

 

Viendo a Jesús, tu hijo, te hemos descubierto a ti. Por su testimonio, sabemos que eres un Dios bueno, que quieres lo mejor para todos nosotros. Y que te solidarizas con quienes luchan por los demás. 

 

Contigo, Señor, soñamos y deseamos hoy un mundo nuevo.

 

 

Sabemos que necesitas nuestra ayuda para llevar a término la tarea de construcción de este mundo. Nada se hizo sin ti, pero nos toca a nosotros transformar el mundo para que se parezca a ti, y todos reconozcan que está hecho a tu imagen y semejanza.  

 

Contigo, Señor, soñamos y deseamos hoy un mundo nuevo.

 

 

Somos conscientes del destrozo que hemos ido haciendo los hombres a lo largo de los siglos en esta tierra que nos diste. Reconocemos lo poco que hemos hecho de positivo, pero nos comprometemos a luchar por su reconstrucción.

 

Contigo, Señor, soñamos y deseamos hoy un mundo nuevo.