PRECES
VEN, Señor Jesús
Queremos imitar tu espíritu de servicio y entrega a los
demás, queremos aprender de ti, Jesús, que te empeñaste en
ayudar a todo aquel que se cruzaba en tu camino.
VENGA a nosotros tu reino, Señor
Queremos ser espejos de ti y reflejar a través de los hechos
que somos seguidores tuyos,
queremos aprender de ti, Jesús, que nos mostraste a través
de toda tu vida cómo era el Padre Dios.
GUÍANOS por tus caminos, Señor
Queremos dar alegría a los que sufren y compartir con los
más necesitados lo que tenemos,
queremos aprender de ti, Jesús, que viviste entregado a la
causa de los pobres y marginados.
Llévanos
a Dios
Queremos traducir con hechos en nuestra vida la fe y el
cariño que te profesamos,
queremos aprender de ti, Jesús, que fuiste fiel a tus
principios y a tu misión, aun a costa de tu vida.
VEN, Señor Jesús
DANOS LOCOS, SEÑOR
¡Oh Dios!, envíanos
locos, de los que se comprometen a fondo, de los que se
olvidan de si mismos, de los que aman con algo mas que
con palabras, de los que entregan su vida de verdad y
hasta el fin.
DANOS LOCOS, SEÑOR,
DANOS LOCOS.
Danos locos,
chiflados, apasionados, hombres capaces de dar el salto
hacia la inseguridad, hacia la incertidumbre
sorprendente de la pobreza.
DANOS LOCOS, SEÑOR,
DANOS LOCOS.
Danos locos, que
acepten diluirse en la masa sin pretensiones de erigirse
en escabel, que no utilicen su superioridad en su
provecho.
DANOS LOCOS, SEÑOR,
DANOS LOCOS.
Danos locos del
presente, enamorados de una forma de vida sencilla,
liberadores eficientes del proletariado, amantes de la
paz, puros de conciencia, resueltos a nunca traicionar,
libres y obedientes, espontáneos y tenaces, dulces y
fuertes.
DANOS LOCOS, SEÑOR,
DANOS LOCOS.
POR
UN MUNDO NUEVO
Dios,
nuestro Señor, danos sensibilidad para percibir tu
presencia misteriosa y real entre nosotros. Aquí
estamos, Señor, queremos abrirte nuestro corazón y darte
lo mejor de nosotros.
Contigo, Señor,
soñamos y deseamos hoy un mundo nuevo.
Viendo a Jesús, tu
hijo, te hemos descubierto a ti. Por su testimonio,
sabemos que eres un Dios bueno, que quieres lo mejor
para todos nosotros. Y que te solidarizas con quienes
luchan por los demás.
Contigo, Señor,
soñamos y deseamos hoy un mundo nuevo.
Sabemos que necesitas
nuestra ayuda para llevar a término la tarea de
construcción de este mundo. Nada se hizo sin ti, pero
nos toca a nosotros transformar el mundo para que se
parezca a ti, y todos reconozcan que está hecho a tu
imagen y semejanza.
Contigo, Señor,
soñamos y deseamos hoy un mundo nuevo.
Somos conscientes del
destrozo que hemos ido haciendo los hombres a lo largo
de los siglos en esta tierra que nos diste. Reconocemos
lo poco que hemos hecho de positivo, pero nos
comprometemos a luchar por su reconstrucción.
Contigo, Señor,
soñamos y deseamos hoy un mundo nuevo.