Todos somos necesarios
Si la nota dijese:
“una
nota no hace melodía”
... no habría sinfonía.
Si la palabra dijese:
“una
palabra no puede hacer una página”
... no habría libro.
Si la piedra dijese:
“una
piedra no puede levantar una pared”
... no habría casa.
Si la gota de agua dijese:
“una
gota de agua no puede formar un río”
... no habría océano.
Si el grano de trigo dijese:
“un
grano de trigo no puede sembrar un campo”
... no habría cosecha.
Si el hombre dijese:
“un
gesto de amor no puede salvar a la humanidad”
... nunca habría justicia ni paz ni dignidad ni
felicidad
sobre la tierra de los hombres.
Como la sinfonía necesita de cada nota,
como el libro necesita de cada palabra,
como la casa necesita de cada piedra,
como el océano necesita de cada gota de agua,
como la cosecha necesita de cada grano de trigo...
la humanidad entera necesita de ti,
allí donde estés,
porque
eres
único, y por tanto, irreemplazable.
Michel
Quoist
Nace en 1921
en Le Havre.
Sacerdote en 1947. Doctor en ciencias sociales y
políticas. Consiliario de múltiples movimientos de
Acción Católica. Párroco. Murió en 1997.
Obras en Ediciones
Sígueme: «Oraciones para rezar por la calle», 1954; «A
corazón abierto», 1981; «Caminos de oración», 1988;
«Dios me espera», 1993; «Dios sólo tiene deseos», 1996.