CARTA DE UN VIEJO MILITANTE OBRERO
A LOS PSOCIALISTAS DE HOY
La mayoría de los que hemos vivido en un estado de pobreza
y con una mentalidad de lucha por conseguir un
mundo mejor, más unido, más justo y más igual
para todos, nos duele que ahora vengan los que
se dicen “socialistas” y en vez de unir empiecen
a dividir.
Siempre desde pequeño entraron por mis oídos y llegó a mi
mente que la clase pobre tenía que unirse,
porque la unidad hace la fuerza. Así unidos
todos, siempre seremos fuerza mayor. ¿Qué pasa
con esos socialistas que están convirtiendo
España en naciones, y además naciones de primera
y naciones de segunda, y Dios no quiera que las
hagan de tercera y muertas?
Y además con la intención de favorecer siempre a los trozos
que más les favorecen a ellos. Porque no me
dirán ustedes que a la hora de los presupuestos
son tenidos menos en cuenta los trozos más
pobres. ¿Son igual el trozo vasco, qué el trozo
extremeño? ¿Es igual el trozo Catalán qué el
trozo aragonés, o los trozos de Valencia, Murcia
y la Mancha? Pues no. A los hechos me remito.
Desviar fondos de los presupuestos a los trozos más ricos,
quitándolo a las pensiones y la sanidad, es
robar a los pobres para favorecer a los ricos.
Quitar fondos a la sanidad es aplicar a los
mayores pobres la eutanasia por muerte lenta.
Tengan esto bien en cuenta. Podría darse el caso
de que todo lo que hoy legislan se vuelva muy
pronto contra ustedes.
No los entiendo cuando hablan de bienestar. ¿Bienestar...de
quién?
Ustedes que se dicen socialistas, díganme: ¿Cuántos de sus
familiares están en el paro? ¿Y cuántos de sus
familiares y amigos cobran menos que el salario
base de menos de 600 euros y tienen cónyuge e
hijos a su cargo?
Hoy, un socialista de responsabilidad, de unidad, de
solidaridad como los socialistas que dieron su
vida por esos valores, centraría su lucha en ser
responsable de todos sus actos, en ser solidario
con los que más lo necesitan, y estaría
dispuesto a entregar su vida por ese alto ideal
de Justicia y Fraternidad.
Debo decirles que hay muchos con ese ideal que son
cristianos y que lucharon para que ustedes estén
en el poder hoy. Así que tengan esto muy en
cuenta a la hora de hacer juicios de valor con
respecto a la Iglesia, porque la Iglesia soy yo
también: obrero toda mi vida, gastada en la
lucha de los pobres y marginados. Me hacéis daño
cuando juzgáis a la Iglesia que es madre de
muchos mártires que dieron su vida por la
justicia y la igualdad de toda persona.
Hago una llamada a mis amigos y hermanos en la fe que
ocupáis cargos políticos y otros que estáis en
el partido: ¡Cambiad de actitud y defended todo
lo que sea justo, venga de donde venga!
Yo he perdonado a los que fueron culpables de mi baja
cultura, a los que fueron culpables de lo
que pasaron mis padres durante y después
de la guerra: el hambre, la miseria, campos de
concentración y la cárcel. Esto lo pasamos mis
padres y yo. La mayoría de los que gobiernan hoy
España no habéis sufrido todo esto. Por tanto yo
diría que observéis bien la historia, juzgarla y
veréis que todos tenemos culpa. No os aferréis
en el poder y en mandar porque los estáis
haciendo mal. Y si vuestro afán es seguir,
procurad hacerlo bien: justicia, igualdad y
unidad.
En justicia: Que vuestro trabajo, y el de todos, sea conseguir una
justicia distributiva de la riqueza, en especial
para los mayores, niños, en una enseñanza que
forme hombres justos, cultos, solidarios y
respetuosos con todos. Y para los enfermos
conseguir una sanidad que refleje vida y no
muerte.
En igualdad: sin hacer distinción de clases, ideología, religión, sino
centrar la lucha en la fraternidad e igualdad.
En unidad: Muchos nos alegraríamos de que lucharais por la unidad de
toda la Península Ibérica en vez de querer
romper España en trozos. Centrarse en una gran
unión de Europa, diferente a la actual de los
mercaderes, empezando porque Portugal sea con
España, La Península Ibérica.
Un abrazo fuerte.
Zaragoza. Septiembre de 2007
Jesús Arcusa Lahoz
Pobre, militante obrero jubilado cristiano
Católico = Universal
www.solidaridad.net
08.10.2007