AQUELLO QUE APRENDIMOS EN EL 2010
Sólo una mirada hacia atrás para seguir adelante con
mayor visión y fe, con mayor convencimiento y
conocimiento en este tan difícil, como apasionante
recorrido colectivo hacia mayores cotas de integración,
de complementariedad, de conciencia solidaria, de sentir
planetario. Esbozo sólo algunos de esos aprendizajes.
Se multiplican las lecciones, pues gozamos de un enfoque
cada vez más abarcante, se suman las enseñanzas al poder
asomarnos a tantos escenarios y mundos desde nuestro
pequeño, pero ya para nada limitado, mundo.
En el 2010 conjugamos más la primera persona del plural.
El “nosotros/as” permaneció más tiempo en nuestros
labios en detrimento del “yo”. Hemos madurado en el
convencimiento de las enormes posibilidades de la
ciudadanía, ahora más que nunca empoderada de medios,
ahora cada vez más unida en redes de todo orden.
Ya no es sólo cuestión de esperar a que arriba den los
pasos necesarios para atender a los grandes retos más o
menos globales. Resta acabar de creernos que ‘juntos
podemos’ invertir la deriva de la historia y visualizar
un destino más digno, más solidario, más sostenible para
todos.
Y que la crisis siga espoleando a lo largo de 2011
ingenio, creatividad y sobre todo conciencia de
cooperación y de compartir. Fue esa crisis la que hizo
mermar confianza en el ideal europeo y la moneda única,
de ahí la importancia de avanzar hacia una unidad de
contenido más profundo y humano, una unión que desborde
el aspecto meramente económico o mercantil.
Las barricadas contra la crisis no abrieron los caminos
a una economía más saludable y alternativa. El mañana
demanda un fuego más controlado, más preciso, más
constructivo. El pavor a jubilarnos un poco más tarde
debería bastar para cuestionar un mundo en el que la
inmensa mayoría de las personas no está feliz en su
puesto de trabajo.
Los escandalosos beneficios de los bancos evidencian, de
todas formas y sin ningún género de dudas, quién ha
correr más la hebilla de su cinturón. La obscenidad de
las primas millonarias de los grandes ejecutivos no
contribuyó precisamente a fomentar una cultura solidaria
frente a la crisis.
La red se consolida como definitivo elemento de
progreso. Las redes sociales comienzan a otorgar a la
ciudadanía el poder que nunca nos han dado las urnas.
Wikileaks
ha evidenciado que las nuevas tecnologías pujan a
favor de la verdad y la transparencia en los gobiernos y
grandes corporaciones, en contra del doble lenguaje y
la falsedad. La mayor filtración de la historia ha hecho
del ejercicio del poder una actividad algo más limpia y
diáfana. Movimientos como Anonymous han
demostrado también las posibilidades extraordinarias de
los jóvenes idealistas al teclado. Ha hecho más frágiles
a los dictadores, ha extendido a los monitores la lucha
por las libertades. Los tiranos tienen ya coto a su
poderío, cuanto menos en el ámbito virtual.
El iPad y otras tabletas enterraron un poco más
el papel. Nos abrieron una nueva ventana al futuro, nos
demostraron mucha de la magia que es capaz de provocar
la yema de nuestros dedos encima de un cristal digital.
Nos han hecho vislumbrar un mañana de vida más fácil.
Sólo resta que ese milagro de la punta de los dedos, esa
vida más sencilla se democratice, que los tablets
y las increíbles nuevas tecnologías alcancen las
geografías más urgidas. La tecnología de la comunicación
emancipa y ayuda a salir a las comunidades necesitadas
de su marginación.
En el terreno de las libertades, el disidente chino Liu
Xiaobo ha demostrado que un hombre solo desde una celda
de aislamiento, henchido de compasión, es capaz de
desnudar y derrotar moralmente a la primera tiranía y
segunda potencia del mundo. Igualmente, la disidente
birmana, Aung Suu Kyi, al salir de su reclusión de
décadas y conquistar la calle, nos demostró también que
todos los militares unidos no pueden doblegar la
férrea voluntad de una mujer aparentemente frágil.
En lo que a política internacional se refiere, Obama no
nos desengañó, porque antes del desencanto generalizado
ya sabíamos que los sueños se hallan al final de un
largo y esforzado recorrido colectivo y no al día
siguiente de un juramento sobre la Biblia de Lincoln.
Quien dude de que Obama sea una buena opción de progreso
en el gobierno de la nación más poderosa, que se deleite
con los vídeos de Sarah Palin tumbando a tiros, toda
entusiasmada, magníficos hermanos ciervos. La retirada
de los EEUU de Irak constituye botón de muestra de la
rectitud del mandatario. Aunque los carros rueden ahora
por no lejanos desiertos, la permanencia norteamericana
en Afganistán tiene ya también fecha límite.
Chile nos mostró la fuerza de la solidaridad tras un
enorme terremoto. El milagro de la mina de San José
evidenció igualmente el potencial de toda una nación
unida para salvar la vida de 33 mineros. Su anterior y
entregada presidenta nos enseñó que poder y ternura no
son dos vocablos antónimos. Al igual que el obrero
presidente de Brasil nos regaló la lección del desapego,
al dejar ambos el gobierno con altísimo nivel de
popularidad. Ojalá su ejemplo cunda entre otros
políticos latinoamericanos que ya no saben qué argucias
pseudolegales inventar para perpetuarse indebidamente en
el poder.
Si encomiable ha sido el gesto ruso en la firma del
tratado START para la reducción de armas nucleares
estratégicas, triste ha sido el nulo avance de su
gobierno en cuanto a libertades y respeto a los derechos
humanos se refiere. El confinamiento sin límite de
opositores democráticos como Jodorkovsky en las
cárceles de una heladora Siberia dan noción de la
“altura” democrática de quienes lideran esta potencia
mundial.
El ataque a la “Flotilla de la libertad” en aguas del
Mediterráneo nos hizo constatar que la violencia
gratuita, ya ejercida por un grupo, ya por un moderno
estado como Israel, lejos de desactivar conflictos, sólo
los agranda. El asalto al campamento Dignidad (Gdeim
Izik) por parte del ejército de Marruecos y la posterior
represión en El Aaiún, igualmente sólo contribuyeron a
alejar la paz en ese otro castigado desierto.
La sangre animal no bañará los cosos taurinos de
Catalunya, lo cual no sólo constituye todo un avance
civilizacional que poco a poco se irá extendiendo, sino
que también da evidencia de ese, ya mentado, creciente
empoderamiento de la sociedad civil. El fútbol no deja
de ser un ocio más civilizado, pero su omnipresencia
debiera comenzar a cuestionarse. Nos alegraron los goles
de Sudáfrica, pero quisiéramos otra suerte de triunfante
oro en las manos de una nación, otro género de liderazgo
a nivel planetario.
Un volcán paró Europa. Frente a los anuncios luminosos
de los vuelos pudimos recordar que la Tierra está viva
y que debemos cuidarla. Huracanes y terremotos pasaron
su dura factura y Haití, Chile, Qinghai (China)… la
pagaron. Sin embargo, el pago viene asociado a una
creciente toma de conciencia en torno a las
consecuencias fatales del cambio climático. Cancún fue
más lejos que la tímida cumbre de Copenhague. La Madre
Tierra puede tomar aliento, pues todo apunta a que por
fin nos hallamos en el momento de tránsito de las
palabras bonitas, pero vacías, a los compromisos firmes,
amplios y resolutivos.
El fundamentalismo religioso, al seguir privando la vida
del que piensa, late o respira diferente, se configura
como una de las primeras amenazas mundiales. Dar muerte
a quien se considera “infiel” es una tamaña barbaridad
que jamás debiera hallar refugio en ningún credo.
El uso brutal de la palabra Dios quizás sólo pueda
arrinconarse con el heroísmo de quienes testimonian Ese
Origen, Esa Fuente como punto de infinito amor. La
historia de los siete monjes cistercienses franceses
martirizados en 1996 en las montañas de Argelia por un
grupo de integristas islamistas y que ha sido
inmortalizada ahora por la galardonada película “De
dioses y hombres”, ha fortalecido ese argumento.
ETA va callando y su silencio para siempre es una de las
mayores noticias que muchos podamos abrigar. Nadie se
considere vencedor ni vencido, siempre y cuando escueza
la sangre gratuitamente derramada. Porque aquí, como en
cualquier rincón del mundo, sólo vencerá internamente
quien más y más fuerte abrace al contrario. Y si el
Gobierno del Estado quiere colgarse medallas que
comience abriendo las urnas a todas las legítimas
opciones políticas, los cerrojos a quien renegaron de la
violencia y acercando a casa a los presos que se
perpetúan en sus radicales convicciones.
Finalizar guiñando al poeta, que es quien más allá del
instante, del año pasajero, mentó y cantó la eternidad.
Marcharon los escritores y artistas que tenían ya
billete comprado y que contribuyeron al avance de la
justicia, de las libertades y el cariño por la Tierra.
Partieron Labordeta, Delibes, Saramago…, pero cada quien
se debe a su poeta callado, a su poeta dolido,
silencioso. Se debe a quien transitó de la más fácil y
cómoda batalla de afuera a la titánica de adentro.
Siquiera aquí con pétalos tardíos, despedir a quien a
golpe de verso y guitarra hundió un poco más nuestras
raíces en esta tierra, ayudó a anclarnos en el mismo
y ancho Cielo. Ez adiorik Xabier Lete, gero arte besterik…
(No un adiós,
Xabier Lete, sólo un hasta luego).
Koldo Aldai
www.artegoxo.org
“De dioses y hombres” de Xavier Beauvois,
próximo estreno en España el 14 de Enero.