El hecho de que se conceda por vez primera a un teólogo
español, José María Castillo, el doctorado honoris causa
de una universidad pública como la de Granada me parece
una noticia importante, por lo poco frecuente. Ello se
debe, sobre todo, al carácter poco religioso de la
Universidad del Estado en España y al escaso relieve de
la teología en la vida intelectual de España.
Por eso, la concesión del Doctorado HC a Castillo es una
noticia extraordinaria, aunque se puede recordar que la
Universidad de Deusto (que no es del Estado, pero es de
gran prestigio social) se lo concedió hace dos años a
Jon Sobrino (10 de diciembre de 2009).
Para la concesión del doctorado a Castillo han
coincidido dos factores especiales: la trayectoria
intelectual y personal de J. M. Castillo y el carácter
de la Universidad de Granada, más propensa al diálogo
cultural y religioso.
A mi juicio, José María Castillo presenta tres méritos
fundamentales, que presento por orden de importancia,
para merecer tal distinción:
El primero y más importante es la trayectoria
intelectual del Dr. Castillo, que viene publicando,
desde hace más de cuarenta años, obras de investigación
y de difusión cultural muy importantes en el plano del
pensamiento religioso y de la teología propiamente
dicha. Basta recordar para ello su Curriculum.
Ha influido, sin duda, el carácter abierto y dialogante
de la vida y obra del Dr. Castillo, que viene
colaborando desde hace mucho tiempo en el diálogo entre
cultura y religión, en diversos foros, especialmente en
la Universidad de Granada, donde ha promovido el estudio
de la religión (como fenómeno intelectual y social),
manteniendo y dirigiendo cursos de especialidad sobre el
tema. Es lógico que la Universidad en la que ha
trabajado de forma generosa durante muchos años, con el
aplauso de muchos, quiera agradecerle su servicio.
Puede haber influido de alguna forma, aunque de un modo
indirecto, el hecho de que el Profesor Castillo haya
sido rechazado por las autoridades “académicas” de la
Iglesia Católica, que le “expulsaron” de la Facultad de
Teología de Granada. Ha sido una Universidad del Estado
la que, con todo derecho, ha salido en su defensa,
ofreciéndole este doctorado Honoris Causa (que se lo
debería haber ofrecido, con mucha más razón, la misma
Facultad de Teología de Granada).
Xavier Pikaza
Religión Digital