EL SILENCIO DE LA CEE
Mari Paz López SantosCuántas veces las palabras nos confunden, nos hacen pensar en otro significado. Y si las palabras pueden llevarnos a confusión, qué decir de las siglas. La cosa se complica si a eso le sumamos que al leerlas no estés en tu mejor momento, como me ocurrió hace unos días, medio adormilada por un fuerte catarro.
Leí distraídamente el siguiente titular: "La CEE ha donado casi 20 millones de euros en cinco años" y, recostada en el sofá, la sigla me trajo el recuerdo de Cee, un pueblo de Galicia cerca de Finisterre, bella tierra cerca de la Costa da Morte.
El siguiente intento de leer la noticia entera fue también fallido: la somnolencia producida por el catarro y el sofá me dejaron en estado de duermevela y la sigla esta vez me recordó la antigua denominación de la actual Unión Europea: "Comunidad Económica Europea", quizás hubiera sido más real haberlo dejado como estaba, al fin sólo se habla de dinero. De nuevo caí en letargo.
Al rato me enderecé con decisión, resuelta a dejar de divagar y centrarme en la lectura detallada del artículo que seguía al titular. Lo conseguí: "La Conferencia Episcopal Española entrega a Cáritas 6 millones de euros... en cinco años, casi 20 millones en aportaciones extraordinarias de la CEE con motivo de la crisis".
Es una buenísima noticia, sin duda. Cada vez se acercan a Cáritas más personas para recibir todo tipo de ayuda. Las noticias dicen que están desbordados y sigue subiendo el número de necesidades provocadas por los recortes, el paro, los desahucios y, todo ello, aderezado con el continuo goteo de nuevos casos de corrupción que están minando la credibilidad de partidos, instituciones y organismos del Estado.
Cáritas es la Iglesia con sus miles de voluntarios. También son Iglesia quienes marcan una X en la Declaración de la Renta; y la Conferencia Episcopal Española (CEE) también es la Iglesia con sus 2 cardenales, 14 arzobispos, 52 obispos titulares y 9 obispos auxiliares; más los llamados "Eméritos": 4 cardenales, 5 arzobispos, 23 obispos titulares y 3 obispos auxiliares (*).
El tercer grupo citado, la CEE (compuesto por 112 personas) representa a todo el Pueblo de Dios de nacionalidad española. Creo no equivocarme entendiendo que son los padres y pastores, como decimos en las preces, que guían y pastorean al rebaño. Es natural que Cáritas reciba y siga recibiendo dinero de la CEE, pero eso no le exime de profundizar más en el cuidado y protección de la gente. Con el término "gente" (de nuevo las palabras hay que explicarlas) me estoy refiriendo a seres humanos, hijos de Dios, sin distinciones.
Habrán de ahondar en el meollo de la injusticia que se está llevando a cabo contra los más débiles o debilitados por la situación económica que sufre este país, a causa de la ambición y la corrupción de unos cuantos (bastantes, por cierto).
¿Qué se está echando de menos de la CEE? Que, de una vez, deje el silencio de cinco años (los mismos que llevan aportando dinero para ayudar a los que lo necesitan) y como un coro de 112 voces al unísono denuncie lo que está pasando. Que convoquen a la gente en la plaza de Colón, como en tantas otras ocasiones (Visitas de Papas, Familias, Derecho a la Vida, etc.), y en otras plazas de ciudades y pueblos, para que sientan que están a su lado y que denuncian con la Buena Nueva una situación de injusticia que está causando mucho dolor.
Veinte millones de euros, y muchos más que hubieran aportado, no hacen olvidar el sentimiento de orfandad que genera el silencio de la CEE.
Encabezar y acompañar en la denuncia para desenmascarar la injusticia y la corrupción es Caridad, que significa AMOR a Dios y a los hermanos.
Y aquí quedo tarareando con la media voz que me dejó mi catarro de hace pocos días:
"Ubi Caritas et amor, ubi Caritas...Deus ibi est" hasta que pueda cantarlo con otros el próximo Jueves Santo.
Mari Paz López Santos
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(*) Fuente: web Conferencia Episcopal Española