El Movimiento internacional Somos Iglesia acoge con satisfacción el cambio de rumbo del Papa Francisco quien ha puesto el Evangelio y la alegría de vivir en el centro de su ministerio. Este es el mensaje básico de Francisco, un mensaje simple para todas las personas comunes y corrientes, incluso para aquellos que no son creyentes o solo están en busca de la verdad.

El Papa Francisco nos parece, con algunas contradicciones, un intérprete de estas esperanzas y expectativas:

• La Iglesia, si es pobre y de los pobres, no puede apoyar los valores negativos del mundo, que amenazan la paz mundial. La Iglesia debe dar testimonio de los valores alternativos de justicia que hacen hincapié en la paz, la libertad y el respeto a los derechos de cada hombre y mujer.

• El "sábado" y la doctrina nunca deben prevalecer sobre la solidaridad y la buena voluntad. El sufrimiento del pueblo de Dios con respecto a las cuestiones sexuales y familiares está comenzando a ser escuchado.

• Toda la estructura de la Iglesia, en particular de su organización central en el Vaticano, debe ser descentralizada. El Evangelio ha de ser adaptado a todas las culturas del mundo. La unidad en la diversidad ha de prevalecer. Se requiere una reducción en el peso y el tamaño de la Curia Romana que es esencial para un nuevo ecumenismo en el que todas las iglesias cristianas son iguales.

• La corrupción tiene que ser erradicada y las estructuras financieras se han de organizar de acuerdo con las ideas del Evangelio de la pobreza, la austeridad y la ayuda a los pobres.

No sabemos si tendrá éxito. Puede ser lento o sólo parcial. Nuestra esperanza es que estos cambios se verán cada vez más en la esencia y la acción de cada creyente y en la comunidad cristiana. Confiamos en el Espíritu Santo.

Nos preocupa que estas expectativas de reforma pueden ser defraudadas. Apreciamos la fuerte resistencia que las estructuras administrativas ya han tratado de organizar. Por esta razón, este movimiento mantendrá su independencia del control jerárquico y continuará expresando su opinión sobre el Papa Francisco y su Curia con absoluta libertad.

Esperamos que Francisco reconozca pronto y explícitamente el papel de los que, inspirados en el Concilio Vaticano II, han expresado opiniones críticas, por las que han sido injustamente excluidos en los últimos años. Esperamos que sean completamente readmitidos en sus comunidades eclesiales.

Ponemos nuestra esperanza y confianza en Francisco. ¡Que el Espíritu Santo le ilumine!

Somos Iglesia

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Desearía haceros llegar mi honda preocupación porque el papa Francisco no sea un 'bluff'.

Hacia afuera y socialmente hace y dice cosas fuertes de verdad. Hacia dentro, nada de nada: pederastia, nombramientos de obispos y cardenales, finanzas, inmenso patrimonio de la iglesia, multinacional del dinero en negro, privilegios en impuestos, etc. etc.

Este Papa como los anteriores, podrán hacer para la galería gestos, pronunciar discursos, escribir exhortaciones, etc. Hacia dentro, lo que diga la curia y poco más. Eso es lo que hay, hasta ahora.

Secundino Pérez