TRES MANERAS DE MORIR Y UNA SOLA DE SALVARSE
El gran protagonista es el viñador, el que intercede por la higuera y se compromete a cavarla y echarle estiércol. Ya que la higuera nos representa a cada uno de nosotros, el viñador tiene que ser Jesús.
Hemos crecido en una cultura marcada por la creencia en la culpa y en el castigo, asumiendo la actitud moralista y la idea de un dios que amenaza y castiga cuando no se cumple lo mandado.