Esta fiesta fue instituida en 1925 después de la Primera Guerra Mundial. ¿Se pueden resolver tantos problemas con la simple instauración de una fiesta en honor de Cristo Rey?, ¿conseguirá una fiesta cambiar los corazones de la gente? Los cien años que han pasado desde entonces demuestran que no.
Identificar la verdad con un concepto o una creencia, es un error de partida donde encuentran asiento todas las actitudes dogmáticas, fundamentalistas y fanáticas, típicas de quienes se creen en posesión de la verdad.