Por Eckhart Tolle. A diferencia de los deseos del ego, que crean oposición en proporción directa a la intensidad del deseo, el entusiasmo nunca encuentra oposición. No es antagónico. Su actividad no genera ganadores y perdedores...
Por Eckhart Tolle. A diferencia de los deseos del ego, que crean oposición en proporción directa a la intensidad del deseo, el entusiasmo nunca encuentra oposición. No es antagónico. Su actividad no genera ganadores y perdedores...