Existe un proverbio de tradición Judía que afirma que "los cuentos no son para hacer dormir a los niños, sino para despertar a los mayores"... Las historias, las narraciones hacen parte de esa necesidad humana de poder representar con la palabra aquello que acontece, que se experimenta y se puede aprender. Estos relatos en algunos momentos nos interpelan, otras veces nos hacen reír, otras identificarnos con alguna actitud, otras aprender algo que no sabíamos...

En el mundo de la educación reconocemos la importancia de los cuentos como una manera concreta de poder invitar a pensar, trasmitir una enseñanza y animar a la vivencia de determinados valores necesarios para humanizar nuestras vidas.

Te invitamos a que en el aula de clase, en la catequesis, incluso en la misma vida del hogar tengamos una excusa para poder sentarnos juntos a escuchar una narración que a lo mejor puede aportar algo a nuestras vidas. Algunas veces resultará interesante hacer un compartir de lo que nos enseña esta historia, otras veces, sólo escuchar y volver al mensaje del cuento cuando lo consideremos oportuno...

Ojala los podamos compartir con otras personas a las que seguramente estas historias podrán trasmitir algo de vida.

1

 

LUNES 3

LA BUENA GENTE

2

A la buena gente se la conoce

en que resulta mejor cuando se la conoce.

La buena gente invita a mejorarla, porque

¿qué es lo que a uno le hace sensato?

Escuchar y que le digan algo.

Pero, al mismo tiempo,

mejoran al que los mira y a quien miran.

No solo porque nos ayudan

a buscar comida y claridad, sino más aún,

nos son útiles porque sabemos

que viven y transforman el mundo.

Cuando se acude a ellos, siempre se les encuentra.

Se acuerdan de la cara que tenían

cuando les vimos por última vez.

Por mucho que hayan cambiado

-pues ellos son los que más cambiarán-

resultan más reconocibles.

Son como una casa que ayudamos a construir.

No nos obligan a vivir en ella,

y en ocasiones no nos lo permiten.

Por poco que seamos,

siempre podemos ir a ellos,

pero tenemos que elegir lo que llevemos

La buena gente nos preocupa.

Parece que no pueden realizar nada solos,

proponen soluciones que exigen aún tareas.

En momentos difíciles de barcos naufragando,

de pronto descubrimos

fija en nosotros su mirada inmensa.

Aunque tal como somos no les gustamos,

están de acuerdo, sin embargo, con nosotros.

 

Bertold Brecht

 

MARTES 4

NO ME CONVENCERÁN

Y no me convencerán, y no me convencerán

los violentos de que el hombre un lobo de otro será.

Y no me convencerán, y no me convencerán

de que el que es de otra raza sabe menos que yo amar,

De que compartir mi vida me roba la intimidad

o de "quien más tiene más vale", que lucha es enemistad

o de que la naturaleza las leyes la cuidan más;

de que en el Cuerno de Africa el hambre siempre estará.

Y no me convencerán, y no me convencerán

de que las pelas ayuden a dar la felicidad.

Y no me convencerán, y no me convencerán

que por meterme en el fango mi nombre se va a manchar

O de que niños que tienen SIDA endemoniados están,

o que aquél que viene de fuera nunca quiere trabajar,

o que en la Iglesia las mujeres no son aún de fiar

o de que la droga es un cáncer que no se puede curar.

Y no me convencerán, y no me convencerán

de que sólo los castigos al hombre duro abrirán.

Y no me convencerán, y no me convencerán

que casi no hay diferencia entre amar y utilizar.

Y no me convencerán, y no me convencerán

que la Justicia Divina no casa con la igualdad.

Y no me convencerán, y no me convencerán

que esta tierra es de unos pocos,

y si es de todos, se hundirá.

Y no me convencerán, y no me convencerán

que el Evangelio es un libro

más que de ser, de orientar;

que vivirlo es utopía y que recortarlo da igual...

 

Migueli

 

MIÉRCOLES 5

Miércoles de ceniza

3

Terminados los días de carnaval, entramos en un período de tiempo muy especial: LA CUARESMA.

Una palabra que a mucha gente no le dice nada, a otros les suena a algo raro pero sin saber muy bien el porqué. Dicho en pocas palabras, la cuaresma es un período de cuarenta días para preparar la gran fiesta de la PASCUA.

Hay tres palabras que van unidas a la cuaresma: Ayuno, Oración y Limosna. En días sucesivos iremos considerando estas palabras.

Hoy, comenzamos con el Miércoles de Ceniza.

Seguramente que muchos tendréis ocasión de asistir a la imposición de la ceniza sobre vuestras cabezas.

¿Qué significa ese gesto de imponer ceniza sobre la cabeza?

Es signo de conversión, de cambio. Es signo de caducidad; que no estamos aquí para siempre y que en este mundo, nos guste o no, estamos de paso, y que por tanto no podemos apegarnos de una forma exagerada a lo que aquí tenemos. Disfrutarlo, sí; pero pensando que esto no es todo.

Te animo a que este tiempo de cuaresma que hoy empieza sea un tiempo en donde seas capaz de encontrar unos minutos al día de reflexión personal donde seas capaz de encontrarte contigo mismo.

Tal vez descubras algo en tu vida que merece la pena cambiar, mejorar eliminar...

 

JUEVES 6

Estoy allá afuera

4

Había una señora que todos los días, a las seis en punto de la tarde, se dirigía a la Iglesia del pueblo para orar. Era muy puntual y nunca faltaba a su cita. Cuando se atrasaba, porque las cosas de la casa o la cena le ocupaban más de lo acostumbrado, iba corriendo por la calle para llegar a tiempo.

Tan rápido hacía las cosas para cumplir con el horario de su oración que muchas veces trataba mal a la gente en la fila del mercado o caminaba atropellando a los demás. Si algún mendigo le pedía una moneda en la puerta de la Capilla, ni lo miraba; estaba tan apurada que entraba veloz como un rayo.

Un día, "le pasaron todas": se peleó con el almacenero porque tardó mucho en hacer la cuenta de las cosas que había comprado; atropelló a una señora que tenía la bolsa llena de papas y caminaba lentamente; por último, le dio vuelta la cara a unos chicos que se le acercaban para pedirle unas monedas para comprar leche.

En su propia casa, las cosas no anduvieron mejor: uno de sus hijos le pidió ayuda para hacer una tarea y le dijo que se las arreglara solo; el marido, que había llegado muy cansado de trabajar, tuvo la ocurrencia de conversar un rato con ella mientras tomaban un café, y lo dejó plantado con la palabra en la boca.A pesar de todos estos "obstáculos", salió de su casa y llegó a la Iglesia casi a tiempo... y se encontró con que estaba cerrada.

"¡¡Cómo puede ser!!", se dijo con rabia mientras buscaba la forma de meterse por el pasillo lateral que bordeaba el templo. Pero nada, todo estaba cerrado. Volvió a ir por la entrada principal y, precisamente allí, vio que en la puerta del templo había un cartelito clavado que decía:

"No me busques aquí...
¡estoy allá afuera!"
Jesús

Hay momentos en que convendría recordar las palabras de Jesús: «cuanto hicisteis a unos de estos hermanos míos más pequeños, a mí me lo hicisteis»... El prójimo es el primer punto de encuentro con el Señor: si no le buscamos primero allí, difícilmente podremos encontrarle en otra parte.

 

VIERNES 7

Unas sencillas palabras de afecto

Cierto día, una maestra pidió a sus alumnos que escribieran el nombre de cada compañero de clase y, junto al nombre, la cosa más linda que pudieran decir de cada uno de ellos. Luego, durante ese fin de semana, la maestra puso el nombre de cada uno de sus alumnos en hojas separadas de papel y copió en ellas todas las cosas lindas que cada uno de sus compañeros había escrito. El lunes entregó a cada alumno su lista y casi inmediatamente toda la clase estaba sonriendo.

"¿Es verdad?", escuchó como alguien susurraba, "yo nunca supe que podía significar algo para alguien"... y "Yo no sabía que mis compañeros me querían tanto"...

Años más tarde uno de los estudiantes murió en Vietnam y la maestra asistió a su funeral. En la iglesia estaban sus compañeros de clase y la maestra fue la última en acercarse al ataúd. Mientras estaba allí, uno de los soldados de la guardia de honor se acercó a ella y le preguntó:

- "¿Era usted la profesora de Marcos?"

- "Sí", le respondió.

- "Marcos hablaba mucho acerca de usted", le dijo el soldado.

Después del funeral la mayoría de los compañeros de Marcos fueron juntos a comer con los padres de Marcos y la profesora. El papá, sacando una billetera, dijo a la profesora:

- "Queremos mostrarle algo, lo encontraron en la ropa de Marcos. Pensamos que usted lo reconocerá", y abriendo la billetera, sacó cuidadosamente un pedazo de papel remendado y muy gastado por el uso.

Era la hoja en la que ella había registrado todas las cosas lindas que los compañeros de Marcos habían escrito acerca de él.

- "Gracias por haber hecho lo que hizo", dijo la madre de Marcos, "como usted ve, Marcos lo guardaba como un tesoro."

Los compañeros de Marcos comenzaron a juntarse alrededor de la maestra... Carlos sonrió y dijo tímidamente: "Yo todavía tengo mi lista, está en mi diario".

La esposa de Felipe dijo: "Felipe me pidió que pusiera el suyo en nuestro álbum de boda".

Entonces Victoria, otra de sus compañeras, metió la mano en su cartera y sacando su billetera, mostró al grupo su gastada y arrugada lista: "Yo la llevo conmigo todo el tiempo".

La maestra, con los ojos llenos de lágrimas, les dijo: "¡No imaginaba que unas sencillas palabras de afecto escritas en una hoja de papel podían haber calado tan hondo!"

 

LUNES 10

"Cuando me amé de verdad" Charles Chaplin

5

Cuando me amé de verdad, comprendí que en cualquier circunstancia, yo estaba en el lugar correcto y en el momento preciso. Y, entonces, pude relajarme.. Hoy sé que eso tiene nombre... autoestima.

Cuando me amé de verdad, pude percibir que mi angustia y mi sufrimiento emocional, no son sino señales de que voy contra mis propias verdades. Hoy sé que eso es... autenticidad.

Cuando me amé de verdad, dejé de desear que mi vida fuera diferente, y comencé a ver que todo lo que acontece contribuye a mi crecimiento. Hoy sé que eso se llama... madurez.

Cuando me amé de verdad, comencé a comprender por qué es ofensivo tratar de forzar una situación o a una persona, solo para alcanzar aquello que deseo, aún sabiendo que no es el momento o que la persona (tal vez yo mismo) no está preparada. Hoy sé que el nombre de eso es... respeto.

Cuando me amé de verdad, comencé a librarme de todo lo que no fuese saludable: personas y situaciones, todo y cualquier cosa que me empujara hacia abajo. Al principio, mi razón llamó egoísmo a esa actitud. Hoy sé que se llama... amor hacia uno mismo.

Cuando me amé de verdad, dejé de preocuparme por no tener tiempo libre y desistí de hacer grandes planes, abandoné los mega-proyectos de futuro. Hoy hago lo que encuentro correcto, lo que me gusta, cuando quiero y a mi propio ritmo. Hoy sé, que eso es... simplicidad.

Cuando me amé de verdad, desistí de querer tener siempre la razón y, con eso, erré muchas menos veces. Así descubrí la... humildad.

Cuando me amé de verdad, desistí de quedar reviviendo el pasado y de preocuparme por el futuro. Ahora, me mantengo en el presente, que es donde la vida acontece. Hoy vivo un día a la vez. Y eso se llama... plenitud.

Cuando me amé de verdad, comprendí que mi mente puede atormentarme y decepcionarme. Pero cuando yo la coloco al servicio de mi corazón, es una valiosa aliada. Y esto es... saber vivir!

No debemos tener miedo de cuestionarnos...

Hasta los planetas chocan y del caos nacen las estrellas

 

MARTES 11

Cambiar yo para que cambie el mundo

El sufi Bayazid dice acerca de sí mismo:

"De joven yo era un revolucionario y mi oración consistía en decir a Dios: 'Señor, dame fuerzas para cambiar el mundo'."

"A medida que fui haciéndome adulto y caí en la cuenta de que me había pasado media vida sin haber logrado cambiar a una sola alma, transformé mi oración y comencé a decir: 'Señor, dame la gracia de transformar a cuantos entran en contacto conmigo. Aunque sólo sea a mi familia y a mis amigos. Con eso me doy por satisfecho'."

"Ahora, que soy un viejo y tengo los días contados, he empezado a comprender lo estúpido que yo he sido. Mi única oración es la siguiente: 'Señor, dame la gracia de cambiarme a mí mismo'. Si yo hubiera orado de este modo desde el principio, no habría malgastado mi vida."

 

MIÉRCOLES 12

El puzzle del mundo

Un científico que vivía preocupado por los problemas del mundo, estaba decidido a encontrar las respuestas necesarias para solucionarlos. Por eso, pasaba día tras día en el estudio de su casa en busca de respuestas para sus dudas.

Una tarde, su hijo de cinco años entró en el estudio con la intención de ayudarle a trabajar. El científico, nervioso por la interrupción, le pidió al niño que fuese a jugar a otro sitio. Pero después de comprobar que no le hacía ni caso, pensó en algo que pudiese distraer su atención.

¡Perfecto! Encontró una revista y vio que en una de sus páginas había un mapa del mundo...¡justo lo que necesitaba!.

Arranco la hoja, recortó el mapa en muchos trozos y, junto con un rollo de celo, se lo dio a su hijo diciendo: "Mira hijo, como te gustan tanto los puzzles, te voy a dar el mundo en trocitos para que lo arregles sin ayuda de nadie".

Así, el padre quedó satisfecho y el niño también. El padre porque pensó que el niño tardaría más de una hora en hacerlo. El niño porque creyó que estaba ayudando a su padre. Pero después de unos minutos el niño exclamó: "Papá, ya!". El padre, en un primer momento, no dio crédito a las palabras del niño. Era imposible que, a su edad, hubiera conseguido recomponer un mapa que nunca había visto antes. Desconfiado, el científico levantó la vista del libro que leía, convencido de que vería resultado desastroso propio de un niño de cinco años. Pero, para su sorpresa, comprobó que el mapa estaba perfectamente reconstruido: cada trocito había sido colocado y pegado en el lugar correspondiente.

Sin salir de su asombro y mirando fijamente el mapa, le dijo al niño: "Hijo, si tu no sabías cómo era el mundo, ¿Cómo has podido hacerlo?" "¡Muy fácil papá!" – contestó el niño-, cuando arrancaste la hoja de la revista vi que por el otro lado había un hombre. Di la vuelta a los trocitos que me diste y me puse a hacer el puzzle del hombre, que sabía cómo era. Cuando conseguí arreglar el hombre di la vuelta a la hoja y vi que había arreglado el mundo..."

¡Cambia tu corazón y el mundo cambiará!.

 

JUEVES 13

TENGO ALGO QUE DECIRTE HOY

Piensa ahora mismo en alguien. Alguien a quien llevas tiempo queriéndole decir algo. Esa persona a quien no se lo has dicho porque te da vergüenza, porque está lejos, porque tienes miedo, porque no encuentras el momento...

Quizás quieras decirle GRACIAS por tantos favores que te hace, por tantas veces a tu lado cuando lo necesitas.

Quizás la palabra sea PERDÓN por haberle herido o haberle fallado.

6

Puede que quieras que escuche cómo sale de tus labios un TE QUIERO.

¿No crees que esas palabras poseen tanto valor que sólo por ellas merece la pena vencer la vergüenza, el miedo y los problemas de agenda? ¿No crees que si has pensado ya en la persona a la que se lo dirías, es porque es más importante que las excusas?

Hoy plantéatelo. Acércate y dile a esa persona: HAY ALGO QUE TE TENGO QUE DECIR.

 

VIERNES 14

Lámpara encendida

Había una vez, hace cientos de años, en una ciudad de Oriente, un hombre que una noche caminaba por las oscuras calles llevando una lámpara de aceite encendida.

La ciudad era muy oscura en las noches sin luna como aquella. En determinado momento, aquel hombre se encuentra con un amigo. El amigo lo mira y de pronto lo reconoce. Se da cuenta que es Guno, el ciego del pueblo. Entonces, le dice: -¿Qué haces Guno, tú ciego, con una lámpara en la mano?. Si tú no ves...

Entonces, el ciego le responde: - Yo no llevo la lámpara para ver mi camino. Yo conozco la oscuridad de las calles de memoria. Llevo la luz para que otros encuentren su camino cuando me vean a mi...

No sólo es importante la luz que me sirve a mí, sino también la que yo uso para que otros puedan servirse de ella. Cada uno de nosotros puede alumbrar el camino para uno y para que sea visto por otros, aunque uno aparentemente no lo necesite.

Alumbrar el camino de los otros no es tarea fácil... Muchas veces, en vez de alumbrar, oscurecemos mucho más el camino de los demás. ¿Cómo?. A través del desaliento, la crítica, el egoísmo, el desamor, el odio, el resentimiento. ¡Qué hermoso sería sí todos ilumináramos

los caminos de los demás!. Sin fijarnos si lo necesitan o no. ¡Llevar luz y no oscuridad!

¡Lo haré hoy!


LUNES 17

HOY

Hoy eliminaré de mi agenda dos días: ayer y mañana. Ayer fue para aprender y mañana será la consecuencia de lo que hoy pueda realizar.

Hoy me enfrentaré a la vida con la convicción de que este día jamás volverá.

Hoy es la última oportunidad que tengo de vivir intensamente, pues nadie me asegura que mañana volveré a amanecer.

Hoy tendré la audacia de no dejar pasar ninguna oportunidad, mi única alternativa es la de triunfar.

Hoy invertiré mi recurso más importante: mi tiempo, en la obra más trascendental: mi vida; cada minuto lo realizaré apasionadamente para hacer de hoy un día diferente y único en mi vida.

Hoy desafiaré cada obstáculo que se me presenta con la fe de que venceré.

Hoy seré la resistencia al pesimismo y conquistaré al mundo con una sonrisa, con la actitud positiva de esperar siempre lo mejor.

Hoy haré de cada tarea ordinaria una expresión sublime.

Hoy tendré los pies en la tierra comprendiendo la realidad y tendré la mirada en las estrellas para inventar mi porvenir.

Hoy tendré tiempo de ser feliz y dejaré mi huella y mi presencia en el corazón de los demás.

Hoy, te invito a empezar un tiempo nuevo donde soñemos que es posible cuanto nos proponemos y lo realicemos con alegría y dignidad.

 

MARTES 18

APOYA

Apoya a quienes veas desanimados, ten siempre una voz de aliento para quienes se sienten derrotados. Apoya con tus palabras a los desalentados para que les infundas capacidad de superar frustraciones

y sobrellevar angustias.

Si hay amor en tu corazón, podrás transmitir confianza, apoyo y esperanza.

Una sonrisa cálida, honesta y afectuosa es una clara manifestación de salud interna, mental, emocional y espiritual. Sonríe en los momentos felices... para acrecentar tu satisfacción. Sonríe cuando las circunstancias son desfavorables... para que alivies la amargura de esas ocasiones.

Cultiva tu sonrisa recordando siempre lo mejor de ti y de tu vida.

No te imaginas lo bien que harás sentir a las personas alrededor tuyo con tan solo sonreír.

 

MIÉRCOLES 19

No te rindas

No te rindas,

Aún estás a tiempo

De alcanzar y comenzar de nuevo,

Aceptar tus sombras,

Enterrar tus miedos,

Liberar el lastre,

Retomar el vuelo.

No te rindas que la vida es eso,

Continuar el viaje,

Perseguir tus sueños,

Destrabar el tiempo,

Correr los escombros y destapar el cielo.

No te rindas, por favor no cedas,

Aunque el frío queme,

Aunque el miedo muerda,

Aunque el sol se esconda,

Y se calle el viento,

Aún hay fuego en tu alma

Aún hay vida en tus sueños.

 

Porque la vida es tuya y tuyo también el deseo

Porque lo has querido y porque te quiero

Porque existe el vino y el amor, es cierto.

Porque no hay heridas que no cure el tiempo.

 

Abrir las puertas,

Quitar los cerrojos,

Abandonar las murallas que te protegieron,

Vivir la vida y aceptar el reto,

Recuperar la risa,

Ensayar un canto,

Bajar la guardia y extender las manos

Desplegar las alas

E intentar de nuevo,

Celebrar la vida y retomar los cielos.

 

No te rindas, por favor no cedas,

Aunque el frío queme,

Aunque el miedo muerda,

Aunque el sol se ponga y se calle el viento,

Aún hay fuego en tu alma,

Aún hay vida en tus sueños

 

Porque cada día es un comienzo nuevo,

Porque esta es la hora y el mejor momento.

Porque no estás solo, porque yo te quiero.

 

Mario Benedetti

 

JUEVES 20

QUEDA PROHIBIDO DE PABLO NERUDA

Queda prohibido llorar sin aprender,

levantarte un día sin saber qué hacer,

tener miedo a tus recuerdos

 

Queda prohibido no sonreír a los problemas,

no luchar por lo que quieres,

abandonarlo todo por miedo,

no convertir en realidad tus sueños.

 

Queda prohibido no demostrar tu amor,

hacer que alguien pague tus dudas y mal humor.

 

Queda prohibido dejar a tus amigos,

no intentar comprender lo que vivieron juntos,

llamarles sólo cuando los necesitas.

 

Queda prohibido no ser tú ante la gente,

fingir ante las personas que no te importan,

hacerte el gracioso con tal de que te recuerden,

olvidar a toda la gente que te quiere.

 

Queda prohibido no hacer las cosas por ti mismo,

no creer en Dios y hacer tu destino,

tener miedo a la vida y a sus compromisos,

no vivir cada día como si fuera un último suspiro.

 

Queda prohibido echar a alguien de menos sin alegrarte,

olvidar sus ojos, su risa, todo,

porque sus caminos han dejado de abrazarse,

olvidar su pasado y pagarlo con su presente.

 

Queda prohibido no intentar comprender a las personas,

pensar que sus vidas valen más que la tuya,

no saber que cada uno tiene su camino y su dicha.

 

Queda prohibido no crear tu historia,

dejar de dar las gracias a Dios por tu vida,

no tener un momento para la gente que te necesita,

no comprender que lo que la vida te da,

también te lo quita.

 

Queda prohibido no buscar tu felicidad,

no vivir tu vida con una actitud positiva,

no pensar en que podemos ser mejores,

no sentir que sin ti este mundo no sería igual.

 

Pablo Neruda


VIERNES 21

MUÑECO DE SAL

Érase una vez un muñeco de sal. Había andado mucho por cálidas tierras y áridos desiertos. Y un día llegó a la orilla del mar. Nunca lo había visto y sintió curiosidad.

-¿Quién eres?, preguntó el muñeco.

-Soy el mar, respondió éste.

-Pero... ¿qué es el mar?, volvió a insistir el muñeco.

-Si quieres saber lo que soy, tócame, le contestó el mar.

Y tímidamente el muñeco de sal tocó el mar con la punta de los dedos de su pie derecho. De improviso se asustó, al darse cuenta que la punta de su pie había desaparecido.

-Mar ¿qué me hiciste?, preguntó, llorando, el muñeco.

Se quedó largo tiempo pensativo, y, por fin, decidió deslizarse suavemente en el mar. A medida que entraba en el agua, se iba deshaciendo, diluyéndose... poco a poco... Cuando una ola lo absorbió por entero, se fundió con el mar y, en ese instante, supo qué era el mar.

 

LUNES 24

LOS COLORES

En cierta ocasión los colores comenzaron a pelearse. Cada uno quería ser el más importante.

El verde alegaba que era el color de la vida y la esperanza, y el más repartido por la naturaleza.

El azul reivindicaba ser el color del agua, del mar, del cielo y de la paz.

El amarillo decía ser el color de la alegría, del sol y de la vitalidad.

El naranja pretendía ser el color de la salud, de la vitamina y de la fuerza: sólo había que pensar en las naranjas, mangos, papayas, zanahorias y calabazas.

El rojo subrayaba su fuerza y valor, su pasión y su fuego.

El púrpura indicó que era el color de la nobleza y del poder.

Y el añil hizo notar que era el color del silencio, de la reflexión, de la oración y de los pensamientos profundos.

La lluvia observó la disputa e intervino con fuerza: los colores se acurrucaron entre sí y se fundieron en uno. Cuando cesó la lluvia, se desplegaron en forma de arco iris y todos y cada uno de ellos lució su belleza sin rivalidades... Y se dieron cuenta de la hermosura de la unión.

 

MARTES 25

GENEROSIDAD

Un padre había dispuesto en el lecho de muerte que la mitad de sus bienes fuese para el hijo mayor, una tercera parte para el segundo y una novena parte para el más joven.

El total de la herencia constaba de 17 camellos.

Y por más vueltas que los hijos daban al problema después de la muerte de su padre, no encontraban ninguna solución, salvo el descuartizamiento de algunos animales.

Cierto día que un "mullá" (predicador itinerante) cabalgaba por allí, decidieron pedirle consejo. El predicador, tras unos instantes de meditación, les dijo: "La solución es que yo añada mi camello al vuestro, así tenemos 18, y tú, el mayor, recibes la mitad, es decir, nueve. A ti, segundo, te daremos una tercera parte, es decir, seis. Y al más pequeño le entregaremos una novena parte de 18, es decir, dos camellos. Nueve, seis y dos suman diecisiete; por tanto sobra uno, a saber, el mío".

Y, diciendo esto, se marchó, dejando a los tres hermanos convencidos de que la generosidad siempre encuentra respuesta a los problemas de reparto.

 

MIÉRCOLES 26

El abecedario de la amistad

Un amigo:

Acepta cómo eres tú.
Busca cómo apoyar tus sueños.
Cree en ti.
Da lo mejor de sí cuando lo necesitas.
Escucha con atención tus problemas.
Frena tus insensateces.
Grita cuando no escuchas.
Habla bien de ti.
Influye constructivamente en tu vida.
Juguetea y te hace reír, aun en los momentos difíciles.
K-alla aunque esté a punto de explotar.
Lamenta tus fracasos (aunque te los haya advertido).
Mantiene y cultiva la amistad en las buenos y en los malos momentos.

No te juzga.
Ofrece su apoyo incondicional.
Perdona tus errores.
Quiere lo mejor para ti.
Recuerda y aprecia lo que eres para él.
Se alegra con tus éxitos.
Tiene la valentía de decirte lo que necesitas escuchar.
Utiliza sus mejores recursos para apoyarte.
Valora lo que eres.
W-uarda con agrado el recuerdo de los buenos momentos.
X veces intenta explicarte de forma que entiendas.
Y...  Zambulle su conciencia en tus adversidades.

 

JUEVES 27

LOS TRES ROYOS

Existía un monasterio que estaba ubicado en lo alto de la montaña. Sus monjes eran pobres, pero conservaban en una vitrina tres manuscritos antiguos, muy piadosos. Vivían de su esforzado trabajo rural y fundamentalmente de las limosnas que les dejaban los fieles curiosos que se acercaban a conocer los tres rollos, únicos en el mundo. Eran viejos papiros, con fama universal de importantes y profundos pensamientos.

En cierta oportunidad un ladrón robó dos rollos y se fugó por la ladera. Los monjes avisaron con rapidez al abad. El superior, como un rayo, buscó la parte que había quedado y con todas sus fuerzas corrió tras el agresor y lo alcanzó:

"¿Qué has hecho? Me has dejado con un solo rollo. No me sirve. Nadie va a venir a leer un mensaje que está incompleto. Tampoco tiene valor lo que me robaste. O me das lo que es del templo o te llevas también este texto. Así tienes la obra completa."

"Padre, estoy desesperado, necesito urgente hacer dinero con estos escritos santos".

El abad le dijo "Bueno, toma el tercer rollo. Si no se va a perder en el mundo algo muy valioso. Véndelo bien. Estamos en paz." y lo dejó ir con el tesoro.

Los monjes no llegaron a comprender la actitud del abad. Estimaron que se había comportado débil con el rapaz, y que era el monasterio el que había perdido. Pero guardaron silencio, y todos dieron por terminado el episodio.

Cuenta la historia que a la semana , el ladrón regresó. Pidió hablar con el Padre Superior:

"Aquí están los tres rollos, no son míos. Los devuelvo. Te pido en cambio que me permitas ingresar como monje. Cuando me alcanzaste, todo me esperaba menos que tuvieras la generosidad como para darme el tercer rollo, la confianza en mí como para creer el valor de mi necesidad y que todavía me dijeras que estábamos en paz, perdonándome con mucha sinceridad. Eso me ha hecho cambiar. Mi vida se ha transformado".

Nunca ese hombre, había sentido la grandeza del perdón, la presencia de la generosidad excelente. El abad recuperó los tres manuscritos para beneficio del monasterio, ahora mucho más concurrido por la leyenda del robo y del resarcimiento. Y además consiguió un monje trabajador y de una honestidad a toda prueba.

El agresor espera agresión, no una respuesta creativa, inesperada, insólita. No sospecha la conmoción del poder incalculable de poner la otra mejilla.

 

VIERNES 28

La mujer y el hombre perfecto

A Nasrudin le preguntó un amigo. ¿Nunca pensaste en casarte?

Sí que lo pensé -respondió Nasrudin. –cuando era muy joven, decidí buscar a la mujer perfecta. Crucé el desierto, llegué a Damasco, y conocí una mujer muy espiritual y bella; pero ella no sabía nada de las cosas materiales de este mundo. Pasaba todo el día rezando.

Continué viajando, y fui a Isfahan; allí encontré una mujer que se manejaba muy bien en las cosas de este mundo, en su trabajo, en la casa y en la familia. También era muy espiritual, pero no era bonita.

Entonces decidí ir hasta El Cairo, donde conocí por fin a una moza bonita, religiosa, y conocedora de la realidad material.

-¿Y te casaste con ella?

-No.

-¿Por qué? – le preguntó el amigo

-¡Ah, compañero mío! Lamentablemente ella también quería un hombre perfecto. Por eso no me he casado.

Esta historia nos enseña que debemos aceptar a las personas como son porque no vamos a encontrar nunca a nadie perfecto. También hemos de aceptarnos a nosotros mismos tal y como Dios nos ha hecho, intentando mejorar en todos los aspectos de nuestra vida pero sabiendo que perfecto solo es Dios.

 

LUNES 31

Confiar... y después, confiar

Por las circunstancias que te ha tocado vivir, es posible que confíes en pocas personas, e incluso que pocas personas confíen en ti. Pero ¿Qué es confiar?.

La confianza es tener fe. Es contar con los demás y creer en alguien o algo. Es tener seguridad de que el bien sucederá sin que yo tenga que controlarlo. Igual que uno confía que el sol saldrá por la mañana sin que haya que mover un solo dedo. Confiar en los demás es creer que las personas van a cumplir su palabra sin tener que obligarles.

Confiar en uno mismo es tener fe en tu propia capacidad de aprender, cambiar y crecer. Cuando decimos que la vida no se ha portado bien con nosotros, nos resulta muy difícil confiar. Tener confianza no significa esperar que la vida nos resulte sencilla en todo momento. Confiar es estar seguro de que en todo lo que nos trae la vida siempre hay algo que aprender y que el amor de Dios siempre nos acompaña. Cuando tienes confianza sabes que nunca estás solo.

Necesitas confiar en las personas, en los amigos y en ti mismo. Ten en cuenta que la confianza tarda mucho en construirse y muy poco en venirse abajo. Cuando prometes algo a alguien, cuando te comprometes o cuando alguien confía en ti, no debes traicionar esa confianza porque si fallas, te costará volver a recuperarla. Confiar en todos es una insensatez pero no confiar en nadie es una neurótica.