Hermanos y hermanas, hoy Jesús nos advierte que el reino de Dios que Él anuncia e inaugura nos exige, a los que tenemos, un compartir urgente. Este es el momento: aquí y ahora nos estamos jugando nuestra suerte. Oremos.

Padre, queremos ser fraternos y solidarios

• Que nuestra Iglesia sea signo y presencia de Dios en nuestro tiempo: apuntando siempre a lo alto, inclinándose hacia los más desfavorecidos, yendo un paso adelante en la construcción del Reino.

Padre, queremos ser fraternos y solidarios

• Que nuestras comunidades creyentes sean maestras en el compartir gastándose en el servicio a los hermanos más necesitados, haciendo posible la fraternidad humana.

Padre, queremos ser fraternos y solidarios

• Que todos nosotros no nos habituemos al drama de los que mueren en el Mediterráneo, de los que viven en los campos de refugiados, de los que pasan hambre hasta la muerte.

Padre, queremos ser fraternos y solidarios

• Que los responsables de los gobiernos e instituciones no caigan en la deshumanización, se preocupen por quienes más lo necesitan y ejerzan sus cargos con ética y justicia.

Padre, queremos ser fraternos y solidarios

• Que entre todos hagamos posible la paz en nuestro mundo, que seamos siempre instrumentos conciliadores en nuestras familias, comunidades, en nuestros lugares de trabajos, en los tiempos de ocio.

Padre, queremos ser fraternos y solidarios

Padre bueno, concédenos la gracia de vivir despiertos para que la pobreza, el paro, el drama del Mediterráneo, los incendios de nuestros bosques no se conviertan en algo normal y cotidiano que no nos escandalicen ni hieran. Danos las mismas entrañas de misericordia y compasión de tu hijo Jesús.

Vicky Irigaray