Hermanos y hermanas, celebrar la Pascua supone celebrar que es posible nuestra plena realización, que en nosotros habita la Vida, la vida de Dios; que somos plenamente humanos y plenamente divinos. Oremos.

Celebramos tu Vida, nuestra Vida.

• En esta noche santa, nos unimos a toda la Iglesia…nos sentimos Iglesia, comunidad itinerante que recibe la Vida y el encargo de ser cauce de Vida.

Celebramos tu Vida, nuestra Vida.

• En esta noche santa, oramos y celebramos el triunfo de la Vida más allá de toda creencia o de pertenencia a esta o aquella iglesia o religión.

Celebramos tu Vida, nuestra Vida.

• En esta noche santa, traemos a nuestro corazón a todos los hombres y mujeres que esperan, necesitan un gesto, una palabra de aliento y de vida.

Celebramos tu Vida, nuestra Vida.

• En esta noche santa, recordamos a todos los que lloran sin consuelo por la muerte de sus seres queridos, por todas las víctimas de esta pandemia que nos ha puesto la vida patas arriba.

Celebramos tu Vida, nuestra Vida.

• En esta noche santa, se nos concede una mirada nueva, un ser discípulos y discípulas transfigurando nuestro día a día, un modo de comprender y palpitar nuestra vida.

Celebramos tu Vida, nuestra Vida.

Padre Madre buena, fueron las mujeres las primeras testigos de la resurrección de tu Hijo Jesús, que aprendamos de lo femenino, de lo delicado, de la entrega, de lo perseverante. Te damos las gracias por el triunfo de la Vida.

Vicky Irigaray