7º DOMINGO DE PASCUA: LA ASCENSIÓN
Vicky IrigarayHermanos y hermanas, la Ascensión es el fin de una etapa y el comienzo de otra definitiva: la ausencia física de Jesús inicia el tiempo de la comunidad de los discípulos, el tiempo del testimonio, nuestro tiempo. Oremos.
Somos enviados a proclamar tu Vida en el mundo.
• Que la iglesia busque y proclame el evangelio, la liberación integral de las personas y el mundo; que su anuncio no sea al margen de la realidad que vivimos.
Somos enviados a proclamar tu Vida en el mundo.
• Que el anuncio de Jesús en nuestras comunidades de fe vaya siempre acompañado de signos liberadores, que sea Buena Noticia para tantos hombres y mujeres de este mundo.
Somos enviados a proclamar tu Vida en el mundo.
• Que todos nosotros nos sintamos enviados a realizar el Reino de Dios en todos nuestros ambientes, que nos sintamos propagadores y fermento de un mundo distinto y nuevo para todos.
Somos enviados a proclamar tu Vida en el mundo.
• Que sepamos escuchar la llamada de los que no tienen voz, que seamos próximos en la soledad de tantos y tantas, que aliviemos el día a día de cuantos se sienten enfermos y aplastados por el peso de la vida.
Somos enviados a proclamar tu Vida en el mundo.
• Que no olvidemos nuestra responsabilidad personal y comunitaria en este tiempo de pandemia, que seamos solidarios con quien sufre por haber sido contagiado o porque llora la muerte de un ser querido.
Somos enviados a proclamar tu Vida en el mundo.
Padre Madre buena, la ascensión de tu hijo nos recuerda la llamada a madurar en la fe, que nos sintamos cooperadores en la causa de tu hijo Jesús, que seamos pregoneros de la Vida y del Amor que nos habita. Te damos las gracias porque confías en cada uno de nosotros, porque cuentas con nosotros.
Vicky Irigaray