Hermanos y hermanas, escuchemos la llamada a ser hombres y mujeres sin fronteras, con ancho corazón, de mirada compasiva, solidarios y hermanados con los de aquí y los de más allá. Oremos.

Jesús, queremos ser palabra y escucha en nuestro día a día.

• Que nuestra comunidad eclesial sea Presencia y Cauce de libertad, justicia, inclusión, hermandad, paz y perdón.

Jesús, queremos ser palabra y escucha en nuestro día a día.

• Que los creyentes bendigamos con nuestra palabra, sanemos con nuestras manos, caminemos hacía una humanidad unida, y amemos con nuestro corazón.

Jesús, queremos ser palabra y escucha en nuestro día a día.

• Que nuestras comunidades parroquiales y religiosas sean espacios para el encuentro cálido, cordial y sincero; donde la comunicación fraterna y sororal fluya y cree vinculándonos en favor del Reino.

Jesús, queremos ser palabra y escucha en nuestro día a día.

• Que la mala soledad de tantos hombres y mujeres nos conmueva y nos lance a ser escucha y proximidad, descanso y palabra que despierta y convoca a la Vida.

Jesús, queremos ser palabra y escucha en nuestro día a día.

• Que seamos solidarios con los pueblos de Afganistán y de Haití, ofreciendo nuestros hogares y bienes, nuestro tiempo y capacidades para acoger, aliviar y descansar tanto sufrimiento.

Jesús, queremos ser palabra y escucha en nuestro día a día.

Padre Madre buena, que seamos Palabra que cura, bendice, alienta en medio de tanta sordera como padece nuestro mundo. Te damos las gracias porque en Jesús, tu Hijo, nos reconocemos como camino hacía los hermanos más desfavorecidos.

Vicky Irigaray