Hermanos y hermanas, nuestra hermandad no queda reducida a la unión por compartir la misma sangre. La Palabra de hoy nos recuerda la llamada a la corresponsabilidad con toda la humanidad. Oremos.

Que el Amor nos lleve siempre a acoger sin condiciones

• Nos comprometemos en la construcción de una Iglesia con las puertas abiertas, en la que los lazos de la fe nos vinculan unos con otros y nos hacen responsables unos de otros.

Que el Amor nos lleve siempre a acoger sin condiciones

• Nos comprometemos en el seno de nuestras familias a educar en la responsabilidad y el compromiso, en el esfuerzo por lograr una sociedad más humana y habitable para todos y todas.

Que el Amor nos lleve siempre a acoger sin condiciones

• Nos comprometemos junto a los responsables de nuestros gobiernos e instituciones en aunar esfuerzos para mejorar la convivencia social, para atender a los más desfavorecidos, para proteger a las familias.

Que el Amor nos lleve siempre a acoger sin condiciones

• Nos comprometemos a seguir creciendo en la fe, a ser cada día más solidarios, más próximos de quienes no producen ni cuentan para nada en este mundo.

Que el Amor nos lleve siempre a acoger sin condiciones

• Nos comprometemos en respetar la diversidad de familias que hoy conocemos, acogiendo, procurando siempre el bienestar de los diferentes, sin poner condiciones a los que no piensan igual que nosotros.

Que el Amor nos lleve siempre a acoger sin condiciones

Padre Madre buena, queremos crecer en conciencia de Universalidad, darnos cuenta de que todos somos necesarios por igual y que somos llamados y llamadas a ser UNO en el Amor.

Vicky Irigaray