Hermanos y hermanas, recordamos el bautismo de Jesús y renovamos nuestro deseo de vivir movidos por el mismo Espíritu que animó su vida. Oremos.

Que el Espíritu de Jesús nos aliente en la vida

• Que quienes están al frente de nuestra Iglesia, impulsados por el mismo Espíritu que animó a Jesús, no tengan miedo en ser la voz de los sin voz, cuidando la vida de las personas más frágiles.

Que el Espíritu de Jesús nos aliente en la vida

• Que nuestras comunidades cristianas sean escuelas de una espiritualidad de la encarnación y anuncio de la Buena Noticia para todo el mundo, contagiando el mismo Espíritu que animó a Jesús de Nazaret.

Que el Espíritu de Jesús nos aliente en la vida

• Que los que presiden los gobiernos e instituciones estén atentos a las necesidades de los hombres y mujeres, pongan su empeño en mejorar la vida de los más desfavorecidos de nuestro mundo.

Que el Espíritu de Jesús nos aliente en la vida

• Que acertemos a acoger la presencia creadora del Espíritu en nosotros y nos dejemos conducir desde esa experiencia de amor hacía los otros como hermanos.

Que el Espíritu de Jesús nos aliente en la vida

Padre Madre buena, que la renovación de nuestro bautismo suponga en nuestra vida decisión, elección, voluntad, don recibido, compromiso de vida junto a los más vulnerables de este mundo. Agradecemos y bendecimos el soplo del Espíritu que animó a Jesús de Nazaret.

Vicky Irigaray