Hermanos y hermanas, el pasaje de la transfiguración nos quiere recordar que, en Jesús, como en todo ser humano, lo importante es lo divino que no se puede percibir por los sentidos. Oremos.

Queremos mirar con bondad a todas las personas

• Que la Iglesia sea maestra en humanidad, nos recuerde siempre y en toda circunstancia, sobre todo en las periferias del mundo, que lo verdaderamente importante es saber mirar para saber amar.

Queremos mirar con bondad a todas las personas

• Que en nuestras comunidades parroquiales y religiosas vivamos con hondura, desde ese Dios que nos habita y constituye y nos invita a la misión junto a los que más sufren.

Queremos mirar con bondad a todas las personas

• Que los creyentes seamos conscientes que no tenemos nada que esperar, todo se nos ha dado ya, sólo nos falta descubrir que el Reino de Dios está dentro de nosotros.

Queremos mirar con bondad a todas las personas

• Que todos nosotros y nosotras seamos conscientes de que el Dios de Jesús es siempre un amor incondicional, sin condiciones y a ese mismo amor se nos invita.

Queremos mirar con bondad a todas las personas

• En este tiempo de tantas fiestas patronales en nuestros pueblos y ciudades recordamos la invitación que nos hace Jesús a vivir nuestra vida en clave de fiesta y solidaridad.

Queremos mirar con bondad a todas las personas

Padre Madre buena, que esta fiesta de la Transfiguración sea una nueva oportunidad para darnos cuenta del Dios que nos habita y constituye como seres humanos.

Vicky Irigaray