Hermanos y hermanas, Jesús salva la trascendencia, la lejanía, el silencio y encarna a un Dios frágil, tierno, cercano, amor y mendigo de amores. Oremos.

Queremos ser encarnación del Reino

• Que la Iglesia proclame un Dios hecho carne, identificado con nuestra debilidad, respirando nuestro aire, caminando con nosotros, sufriendo y gozando como nosotros.

Queremos ser encarnación del Reino

• Que nuestras comunidades parroquiales y religiosas sean manifestación de la presencia de Dios en la Historia y sean cauces de vida para toda persona que se acerque a ellas.

Queremos ser encarnación del Reino

• Que todos nosotros seamos conscientes que la acogida de la Palabra nos hace hermanaos unos con otros y corresponsables con toda la humanidad y la Creación.

Queremos ser encarnación del Reino

• Que no nos olvidemos que Jesús no tiene techo en los campos de refugiados, que sufre el dolor de las bombas en los países en conflicto, sufre situación de paro entre nosotros y pasa hambre y frío en los que no tienen techo.

Queremos ser encarnación del Reino

Padre Madre buena, Dios ha bajado a lo profundo de nuestra existencia, ha acampado entre nosotros, ha asumido nuestra carne; su amor se ha hecho carne de nuestra carne.

Vicky Irigaray