VIO LOS LIENZOS EN EL SUELO Y EL SUDARIO APARTE
Fidel Aizpurúa31 de marzo de 2024
Los relatos pascuales no son de fácil comprensión. Pero si los leemos con sensatez pueden resultar luminosos.
Dice el texto leído que los dos discípulos que corrieron al sepulcro de Jesús en la mañana del domingo creyeron cuando VIERON LOS LIENZOS EN EL SUELO Y EL SUDARIO APARTE. ¿Qué quiere decir esto? ¿Qué argumento es este para creer en el resucitado?
Nos movemos en el terreno de la simbología: los lienzos son propiamente las sábanas del lecho nupcial, la mortaja del novio destinado al amor, a la vida. El sudario está aparte envolviendo el “lugar”, el templo, la institución de muerte. O sea: vida y muerte están separadas. ¿Qué eliges?
Se cree en la resurrección cuando se elige la vida, cuando se posiciona uno siempre a favor de lo que potencia la vida. La fe en la resurrección no es tanto creer que Jesús salió de un sepulcro, sino tomar una opción por la vida, la misma que hizo el Nazareno. Si fomentas la vida, te acercas al resucitado; si cultivas gestos de muerte, te alejas del resucitado.
¿Cómo cultivar la vida, cómo elegir cada día el camino que lleva a la vida? Damos algunas pistas:
· Aléjate de la queja: no te instales en el “coro de las lamentaciones” y menos en la Pascua. Intenta dejar de lado valoraciones meramente negativas de lo que nos pasa; pon encima de la mesa el lado positivo (“Vietato lamentarsi”: lema del papa Francisco).
· Valora el ser parte del coro de lo creado: que la naturaleza te dé el gozo de vivir en la Pascua florida. Que la alegría de las plantas, de los árboles, de las rocas, de las fuentes se te meta en el corazón y lo alivie y aligere.
· Vive la Pascua desde el gozo por la vida: que el domingo de resurrección sea un día de luz y de armonía. Que la amabilidad envuelva el día como hermoso pregón de Pascua.
Vivir no es solamente no estar muerto. Es tener una mirada nueva sobre las cosas. Es agradecer cada día el don sagrado que es vivir y respirar. Es posicionarse públicamente frente a quienes cultivan la muerte. Por ejemplo: en muchas ciudades y pueblos hay manifestaciones contra el genocidio increíble que se está cometiendo en Gaza. Vivir la resurrección es decir no a semejante tropelía cometida por el pueblo, según la Biblia, elegido para generar vida, no para sembrar muerte.
Es Pascua: escojamos la vida. Hagamos como Jesús resucitado que por escoger la vida fue capaz de exponerse a una muerte violenta. Sin llegar a tanto, que se nos pueda notar a los cristianos, en palabras y gestos, que estamos del lado de la vida, el lado del resucitado.
Fidel Aizpurúa