7º DOMINGO: LA ASCENSIÓN
Vicky IrigarayHermanos y hermanas, la ascensión y el envío a la misión están estrechamente unidos: la promesa de su aliento en nuestro día a día no nos va a faltar. Oremos.
Queremos proclamar con nuestra vida la Buena Noticia
• Que la Iglesia sea Buena Noticia para los hombres y mujeres de hoy; ponga su empeño en la liberación integral de las personas y del mundo.
Queremos proclamar con nuestra vida la Buena Noticia
• Que los creyentes vivamos comprometidos activamente en la construcción del Reino, que seamos siempre y en toda circunstancia Buena Noticia para quienes nos rodean,
Queremos proclamar con nuestra vida la Buena Noticia
• Que, ante la ausencia física de Jesús, nuestras comunidades parroquiales y religiosas proclamen que estamos en la hora de los discípulos y discípulas, en la hora del testimonio, en la hora de la verdad en la Iglesia.
Queremos proclamar con nuestra vida la Buena Noticia
• Que todos nosotros y nosotras, en nuestro día a día, miremos con bondad a las personas y al mundo, resaltemos lo bueno, lo bello; seamos oasis de alegría, paz y esperanza.
Queremos proclamar con nuestra vida la Buena Noticia
• Que no nos olvidemos la Buena Noticia no es un mensaje al margen de la realidad que vivimos; Jesús, que nos envía a anunciarla, luchó hasta el fin y dio su vida en favor del pueblo pobre y marginado.
Queremos proclamar con nuestra vida la Buena Noticia
Padre Madre, que crezca en nosotros la conciencia de que la misión es de todos y para todos; todos somos embajadores de Jesús, enviados a realizar el Reino en nuestros contextos cotidianos.
Vicky Irigaray