10º DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO
Vicky IrigarayHermanos y hermanas, quienes se dejan alentar por el Espíritu de Jesús, viven con libertad: más allá de normas, estructuras, cumplimientos que, con frecuencia, lo que consiguen es cerrar la puerta al amor y a la libertad de los hijos e hijas de Dios. Oremos.
Que el Espíritu de Jesús aliente nuestra vida
• Que la Iglesia, alentada por el Espíritu de Jesús, se libere de tanta estructura, norma y forma; recupere el Espíritu de las primeras comunidades movidas sólo por el Amor.
Que el Espíritu de Jesús aliente nuestra vida
• Que nuestras comunidades parroquiales y religiosas sean espacios con sabor a familia, en donde el deseo de bien y de unidad sea siempre el origen de toda actividad y relación.
Que el Espíritu de Jesús aliente nuestra vida
• Que los creyentes seamos referentes de vida compartida, solidaria y feliz en medio de este mundo, a veces, liderado por el egoísmo, la productividad, el criterio de utilidad y el dinero.
Que el Espíritu de Jesús aliente nuestra vida
• Que en todos y todas crezca la conciencia de unidad, de corresponsabilidad y esa conciencia nos lleve por los caminos de la hermandad universal.
Que el Espíritu de Jesús aliente nuestra vida
Padre Madre buena, que en cada uno de nosotros crezca la llamada a la Unidad Universal, a la paz en todos los rincones de este mundo, a sembrar semillas de amor y reconciliación.
Vicky Irigaray