Hermanos y hermanas, nuestra misión como discípulos nace de la misma misión de Jesús, prolongándola y encontrando en ella su motivación y modelo. Oremos.

Que nuestra vida entera apunte siempre hacía Jesús

• Que la Iglesia realice su misión sin triunfalismo, huyendo de todo acomodamiento, siendo presencia liberadora, sencilla y cautivadora.

Que nuestra vida entera apunte siempre hacía Jesús

• Que los creyentes crezcamos en conciencia de envío, de itinerancia, de poseer un mensaje nuevo y alegre que comunicar a toda la humanidad.

Que nuestra vida entera apunte siempre hacía Jesús

• Que nuestro mejor modo de anunciar a Jesús y su mensaje sea nuestra forma de ser, que nuestro testimonio sea fiel reflejo de lo que queremos proclamar.

Que nuestra vida entera apunte siempre hacía Jesús

• Que nuestra primera misión sea compartir nuestra vida, nuestro tiempo, nuestros bienes, que seamos descanso, seguridad, acogida, escucha, paz...

Que nuestra vida entera apunte siempre hacía Jesús

• Que seamos palabra que compromete, que sacude, que interpela, que invita a desinstalarse para darse junto a los más desfavorecidos.

Que nuestra vida entera apunte siempre hacía Jesús

Padre Madre buena, queremos ser puente entre el Jesús que queremos proclamar con nuestra vida y cada hombre y mujer que se cruza en nuestro camino.

Vicky Irigaray