Hermanos y hermanas, a veces, caminamos por la vida como sin meta ni objetivo, con el peligro de no descubrir la fuerza que nos despierte de la indiferencia, pasividad, comodidad y superficialidad cotidiana. Oremos.

Queremos ser semillas de un mundo nuevo

• Que la Iglesia escuche el mensaje de Jesús, la llamada urgente a despertar y vivir con lucidez, humanizando con sus palabras y gestos: siendo huella nazarena en todo contexto y circunstancia.

Queremos ser semillas de un mundo nuevo

• Que los creyentes nos dejemos interpelar sinceramente por la palabra de Jesús que nos invita a vivir despiertos y despiertas por dentro, siendo cauces de paz, de bien ser y bien hacer.

Queremos ser semillas de un mundo nuevo

• Que vivamos con nuestras puertas abiertas de par en par, trabajando con nuestras manos, liberando con nuestra mirada y acogiendo y amando con nuestro corazón.

Queremos ser semillas de un mundo nuevo

• Que las personas que están sufriendo la pérdida de un ser querido nos encuentren próximas, dispuestas a escuchar, a consolar y empatizar.

Queremos ser semillas de un mundo nuevo

Padre Madre buena, que los discípulos y discípulas de Jesús vivamos la vida de cada persona como tierra sagrada ante la que nos tenemos que descalzar para llenarla de sentido y luz.

Vicky Irigaray