Hermanos y hermanas, la primera palabra de parte de Dios a los hombres y mujeres, cuando el Salvador se acerca al mundo, es una invitación a la alegría. Oremos.

Que digamos SÍ al proyecto de Dios en nuestra vida

• Pedimos por nuestra IgleSÍa, que sea SÍempre portadora de alegría y paz; acogida, hogar y descanso para todos y todas.

Que digamos SÍ al proyecto de Dios en nuestra vida

• Pedimos por todos los creyentes, que tomemos conciencia de lo que SÍgnifica un Dios encarnado, que se nos ofrece como niño débil e indefenso.

Que digamos SÍ al proyecto de Dios en nuestra vida

• Pedimos para que nuestra vida sea, como fue la de María, un consentir diario expresado en la disponibilidad, en el servicio, en la confianza y en la ayuda al prójimo neceSÍtado.

Que digamos SÍ al proyecto de Dios en nuestra vida

• Pedimos por todas las madres del mundo: que entre todos y todas allanemos los caminos y hagamos poSÍble para todas una maternidad feliz y responsable.

Que digamos SÍ al proyecto de Dios en nuestra vida

Que la fuerza de María suscite en cada uno de nosotros y nosotras el compromiso activo con estos tiempos de la Historia que nos tocan vivir; SÍendo como ella cauce de vida y bien.

Vicky Irigaray