Hermanos y hermanas, Jesús se muestra Mesías como Buen pastor. Él conoce a sus ovejas, las conduce a los pastos, las defiende de los peligros y da la vida por cada una de ellas. Oremos.

Que nuestra voz bien nombre, restaure y dignifique

• Que la autoridad de la Iglesia sea su actividad pastoral en favor de las personas más oprimidas y desfavorecidas de este mundo.

Que nuestra voz bien nombre, restaure y dignifique

• Que nuestras señas de identidad como creyentes sean: la fe en Jesús, la escucha atenta a su Palabra y la vida en clave de cuidado, servicio y misión.

Que nuestra voz bien nombre, restaure y dignifique

• Que nuestras comunidades de fe sean hogar para todos los que llaman a su puerta, sean como un Padre y Madre que abre los brazos y hacen fiesta porque todos sus hijos están en casa.

Que nuestra voz bien nombre, restaure y dignifique

• Que acertemos a bien nombrar a los hermanos llenándolos de seguridad y confianza, que nuestra voz haga bien a quien la recibe y sea siempre aliento en el camino de cada persona.

Que nuestra voz bien nombre, restaure y dignifique

• En este día en que recordamos a los y las jóvenes llamadas al sacerdocio o a la vida consagrada en los territorios de misión, las vocaciones nativas, oramos para que sean como el Buen Pastor en medio de sus comunidades.

Que nuestra voz bien nombre, restaure y dignifique

Padre Madre buena, que vivamos despiertos y despiertas en medio de nuestra realidad social, asumiendo la responsabilidad de lo que el mundo es y en él acontece.

Vicky Irigaray