CRECER EN AMOR
Enrique Martínez LozanoPráctica meditativa para vivir la compasión
"Mira que el amor es fuerte;
vida, no me seas molesta,
mira que sólo te resta,
para ganarte, perderte"
(Sta. Teresa de Jesús, Vivo sin vivir en mí).
PRESENTACIÓN
El objetivo de esta práctica es crecer en el amor, como la realidad que nos constituye.
Tomamos, como "puerta de entrada", la visualización –o imaginación- de las personas hacia quienes queremos "dirigir" nuestro sentimiento amoroso.
En todo caso, no hay que olvidar que la visualización es únicamente eso, una "puerta de entrada". De lo contrario, podríamos perdernos en recuerdos o cavilaciones que nos impedirían tomar distancia de la mente.
Lo realmente importante es conectar con la sensación de amor. En cuanto la sentimos, nos centramos en ella y nos dejamos permanecer. Es precisamente ese permanecer el que nos hará crecer en amor, transformándonos.
Al ejercitarnos en la práctica, notaremos que somos llevados a experimentar tres "pasos" sucesivos, que podrían nombrarse de esta manera:
1) Siento amor,
2) 2) soy amor,
3) 3) el Amor es (y "pasa" a través de nosotros).
Pero no se trata de "acelerarlos", ni siquiera de provocarlos voluntariamente; permaneciendo en la primera sensación, todo se nos irá regalando.
PRÁCTICA
Respira profundamente dos o tres veces. Cuida que tu respiración sea profunda, pausada y atenta.
Nota cómo el aire llega a lo más profundo de tu cuerpo, y haz una pausa, tras la inspiración y la exhalación, sintiendo esa zona profunda, llena de aire o vacía...
Visualízate a ti mismo, a ti misma..., como si estuvieras sentado/a frente a ti. Mantén la visualización hasta que la imagen de ti vaya tomando "densidad" y se afiance.
Siente amor hacia ti. Repítete a ti mismo/a: "Deseo que seas feliz, te amo, deseo profundamente tu bien".
Siente el amor hacia ti.
Reconoce que has cometido errores, que has sido injusto/a y negativo/a, pero aun así mereces todo tu amor.
Ahora visualiza ante ti a tu mejor amigo/a, o a la persona que más quieres. Siente su presencia, siente su ser. Expande tu corazón y envuelve a esa persona en tu amor.
No ignoras lo que no te gusta de él/ella; también tiene defectos y comete errores, pero aun así merece todo tu amor.
Desea de corazón que sea feliz: "Te quiero, deseo que seas feliz, quiero que reconozcas tu verdadero ser; deseo profundamente tu bien".
Siente el amor hacia ella.
Visualiza ahora a alguien con quien te llevas mal, con quien has tenido problemas o con quien tienes dificultades de relación.
Sus defectos e imperfecciones no le hacen menos merecedor de tu amor. La naturaleza de su ser no es diferente de la tuya.
Permite que aflore el amor gratuito y desapropiado que hay en lo profundo de ti.
Imagina ahora a todas las personas, a todos los seres.
Y siente amor hacia todos.
Siente que eres amor. Permanece unos minutos en esa experiencia.
Si el Silencio crece y se hace más intenso, acoge sencillamente el Amor que Es... y déjalo ser.
Hasta que, sencillamente, te dejes en un desnudo estar, en la pura consciencia de ser.
Enrique Martínez Lozano