EN NAÍN Y AQUÍ, SIEMPRE
Florentino UlibarriDos comitivas, Señor.
Una camina alegre,
sonríe
y es portadora de vida;
la otra va triste,
en silencio,
abrumada por la muerte.
Una se acerca a la ciudad,
canta
y mira el horizonte;
la otra se aleja del lugar,
llora
y mira como ausente.
Una entra,
la otra sale;
una va ligera de equipaje,
la otra con paso torpe;
una porta utopías,
la otra ataúdes.
¡Las dos con mucha gente!
Dos comitivas,
nos guste o no nos guste,
como siempre.
Pero Tú,
lleno de ternura,
con las entrañas removidas,
rompiste las barreras
-normas, costumbres, prejuicios, leyes-
que las hacen y mantienen,
y te mezclaste
y las mezclaste
para hacer presente
al Dios de la vida
entre la gente.
¡Eres un gran profeta
y haces que Dios nos visite,
aquí y ahora, en esta tierra!
Florentino Ulibarri