EFESIOS 1, 17-23
Efesios[Por tanto, también yo, el enterarme de cómo creéis en el Señor Jesús y amáis a todos los consagrados, no ceso de dar gracias por vosotros y, recordándoos en mis oraciones pido:]
Que el Dios del Señor nuestro Jesucristo, el Padre de la gloria, os dé espíritu de sabiduría y revelación para conocerlo. Ilumine los ojos de vuestro corazón para que comprendáis cuál es la esperanza a la que os llama, cuál la riqueza de gloria que da en herencia a los santos, y cuál la extraordinaria grandeza de su poder para nosotros, los que creemos, según la eficacia de su fuerza poderosa, que desplegó en Cristo, resucitándolo de entre los muertos y sentándolo a su derecha en el cielo, por encima de todo principado, potestad, fuerza y dominación, y por encima de todo nombre conocido, no sólo en este mundo sino en el futuro.
Y todo lo puso bajo sus pies y lo dio a la iglesia, como cabeza sobre todo. Ella es su cuerpo, plenitud que lo acaba todo en todos.
Para releer el comentario de José E. Galarreta, pinche aquí