ALABADO SEAS POR TU PALABRA
Florentino UlibarriTu palabra, Señor, es palabra encarnada,
ha acampado entre nosotros,
se ha hecho carne humana y tierna,
no ha codiciado títulos ni privilegios,
pero de su plenitud todos hemos recibido.
Alabado seas por tu palabra.
Tu palabra, Señor, es buena noticia,
semilla fecunda, tesoro escondido,
manantial de agua fresca, luz en las tinieblas,
pregunta que cautiva, historia de vida,
compromiso sellado, y no letra muerta.
Alabado seas por tu palabra.
Tu palabra, Señor, está en el evangelio,
en nuestras entrañas, en el silencio,
en los pobres, en la historia,
en las personas buenas, en cualquier esquina,
en la naturaleza y, también, en tu Iglesia.
Alabado seas por tu palabra.
Tu palabra, Señor, llega a nosotros
por tu Iglesia abierta, por los mártires y profetas,
por los teólogos y catequistas, por las comunidades vivas,
por nuestros padres y familias, por quienes creen en ella,
por tus seguidores, y también por gente de fuera.
Alabado seas por tu palabra.
Tu palabra, Señor, hace de nosotros
personas nuevas, sal y levadura,
comunidad de hermanos, Iglesia sin fronteras,
pueblo solidario con todos los derechos humanos,
y zona liberada de tu reino que llega..
Alabado seas por tu palabra.