TRASLADO A PAMPLONA DE LOS SEMINARISTAS DONOSTIARRAS
José Manuel VidalCuenta el Foro de Curas de Bizcaia que el obispo de San Sebastián, monseñor José Ignacio Munilla impuso, en contra del sentir casi unánime de su propio consejo presbiteral, el traslado de los seminaristas al seminario "metropolitano" de Pamplona.
En esa misma tumultuosa reunión, en la que alguno de los presentes amenazó con marcharse, el prelado de Donostia pidió expresamente que no se filtrase el contenido de la reunión a Religión Digital.
Se trata del primer paso de una estrategia que pretende reunir, dentro de algún tiempo, a todos los seminaristas vascos en el seminario "doctrinalmente seguro" de Pamplona. El primero en sumar a sus tres seminaristas ha sido Munilla, que explicó así su decisión al presbiterio:
La Sociedad y la Iglesia están muy secularizadas. Los sacerdotes de S. Sebastián están secularizados; en general no oran, no acuden a Retiros ni a Ejercicios espirituales y no se confiesan. Son conflictivas las relaciones entre las facultades de Vitoria y Deusto.
Es necesario que los seminaristas de S. Sebastián estén con otros seminaristas en Pamplona: 15 diocesanos, 6 neocatecumanales y unos 6 más "adoradores eucarísticos del Padre celestial". También se refirió a "otros pertenecientes a una organización francesa"
Munilla sostuvo ante el Consejo que, para conseguir una buena formación de los futuros sacerdotes, en cualquier seminario hace falta lo que el denominó "una masa crítica", es decir un número mínimo de 20 seminaristas e, idealmente, de 40. "La formación anterior nos ha llevado a esta situación con 3 seminaristas y otros 3 o 4 que van a entrar gracias a mi esfuerzo personal".
Los tres seminaristas guipuzcoanos irán, pues, a partir del próximo curso al seminario de Pamplona. Y, como confesó el propio Munilla, "dicho seminario está abierto" a que posteriormente acudan a él los seminaristas de Bilbao y, luego, los de Vitoria.
Por ahora, los seminaristas de Bizcaia cursarán el bienio filosófico en el seminario diocesano y los cursos de Teología en la facultad de los jesuitas de Deusto, mientras los de Álava harán lo propio en el seminario diocesano y en la facultad de Teología de Vitoria.
La sesión, según algunos de los asistentes, fue "borrascosa y dura, con argumentaciones 'ad hominem' por parte del obispo". Todos los miembros del presbiterio se posicionaron en contra de la propuesta del prelado, excepto uno, nombrado para el puesto por el obispo, que, sin embargo también criticó "sus maneras de gobernar".
Ante la negativa de Munilla de someter la propuesta a votación, el consejo presbiteral pidió que se le entregase por escrito lo solicitado por el obispo, que prometió hacerlo a mediados de julio.
Máxima tensión entre el clero guipuzcoano y su obispo
"En estos momentos la tensión entre el 80% del clero guipuzcoano y el obispo es máxima y podría desembocar en una ruptura total". Munilla "está trayendo curas del movimiento al que él pertenece, el Loyola, que estaban repartidos por Navarra, Getafe y Alcalá, y los está nombrando párrocos incluso antes de estar incardinados en la diócesis. Todo esto está generando un gran descontento y todos los curas están pidiendo que el clero se posicione y tome medidas".
El que así habla es un sacerdote donostiarra, miembro del Consejo Presbiteral, que pide el anonimato, por razones obvias.
Los curas de San Sebastián están cada vez "más dolidos" con el obispo José Ignacio Munilla. Por razones de fondo y de forma. Le acusan de confirmar la sospecha con la que le recibieron, cuando fue nombrado, de venir a imponer otro modelo de Iglesia en total discontinuidad con la de sus predecesores, monseñor Uriarte y monseñor Setién. Amén de tacharlo de "dictatorial" en las formas, imponiendo sus decisiones sin tener en cuenta la opinión ni siquiera del Consejo Presbiteral.
De hecho, el clero guipuzcoano se va a reunir por arciprestazgos durante todo el mes de julio. El objetivo de esas reuniones será triple. En primer lugar, dar a conocer a todos los sacerdotes la carta enviada por el obispo al consejo presbiteral en la que notifica su decisión de llevar a los seminaristas a Pamplona, asi como el acta detallada de la última y tumultuosa reunión del citado consejo. En segundo lugar, recabar opiniones y reflexiones de los sacerdotes y de los laicos. Y en tercer lugar, preparar un documento de protesta, dirigido al obispo, a los fieles y a la opinión pública.
José Manuel Vidal
Religión Digital
(extracto)